La implantación de los escáneres de huellas dactilares en los dispositivos electrónicos despunta como una de las tecnologías más extendidas a medio plazo, según Juniper Research
La biométrica es una tecnología de identificación personal basada en logaritmos de reconocimiento por medio de características fisiológicas y de comportamiento particulares de cada persona. Aunque se trata de una tecnología ya consolidada en entornos de seguridad y áreas de control de fronteras, los expertos aseguran que el próximo reto es tratar de mejorar la seguridad del actual sistema de claves alfanuméricas de nuestras transacciones cotidianas, implementando aplicaciones de autentificación biométrica.
La principal ventaja de la autentificación biométrica es evitar tener que memorizar decenas de claves para acceder a páginas de servicios en Internet, desbloquear el dispositivo móvil o simplemente sacar dinero de un cajero. Además, los expertos aseguran que prescindir del actual sistema de autentificación alfanumérica frente al reconocimiento de patrones biométricos genuinos de cada persona como el iris, la voz, el rostro o la huella dactilar, reduciría los riesgos derivados del hackeo de cuentas en medios sociales o el duplicado de tarjetas de crédito, entre otros.
Para desarrollar todo el potencial de la tecnología biométrica que tantas veces hemos visto en el cine de ciencia ficción, se requerirá cierto tiempo de adaptación para que los consumidores se familiaricen con las aplicaciones de autentificación biométrica. No obstante, la popularización de otras tecnologías como la realidad aumentada, el sistema de pago NFC vía móvil o la infinidad de aplicaciones que ofrecen los smartphones actuales, contribuirán a que este proceso de adaptación sea mucho más fácil para el usuario.
En este sentido, el informe «Human Interface & Biometric Technologies: Emerging ecosystems, Opportunities & Forecast 2014-2019», publicado por Juniper Research, pronostica para este año 6 millones de descargas de aplicaciones móvil equipadas con autentificación biométrica. Una tendencia que podría alcanzar la vertiginosa cifra de 770 millones de descargas en 2019, por la implementación de hardware embebido en teléfonos de gama media como los escáneres de huellas dactilares u otros sistemas de identificación biométrica como la autentificación por voz de Nuance.
El informe desvela que el abandono progresivo de los sistemas de claves alfanuméricas por otros métodos de autentificación mucho más seguros y eficientes para los usuarios, ayudarán a garantizar la plena accesibilidad a los medios digitales y a mejorar la experiencia de usuario en la realización de transacciones.
Los expertos aseguran que el reconocimiento del iris es uno de los sistemas de identificación más fiables después del ADN. Pero, según Juniper Research, la autentificación mediante la lectura de la huella dactilar despunta como una de las tecnologías más extendidas a medio plazo, implementada en las nuevas generaciones de dispositivos electrónicos.
Asimismo, destacan también otros servicios que se están ensayando con éxito como el reconocimiento de voz para servicios telefónicos, la tecnología de identificación facial, la impresión de la oreja o la firma manuscrita, que ayudarán a proteger a los usuarios contra la suplantación de identidad y la lucha contra el fraude en ámbitos como la banca u organismos oficiales. Eleven Paths, la empresa española especializada en seguridad informática ha ido desarrollando diferentes soluciones de autenticación biométrica que incluyen la firma manuscrita (SealSign) y la huella dactilar (SmartID).
En el siguiente video podemos ver como funciona SmartID de la mano de Chema Alonso:
Países como Japón, Alemania, Francia o Estados Unidos están a la cabeza en la implantación de la tecnología biométrica, mientras en España destacan las diferentes líneas de investigación llevadas a cabo en distintas universidades del país. La universidad lider en investigación de tecnológias de autenticación biométrica es la Carlos III con la que colabora Eleven Paths para desarrollar algunos de los servicios que van sacando al mercado. Pero también están trabajando en este campo otros centros como la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad Autónoma UAM o los trabajos llevados a cabo en la Politécnica de Cataluña o la Politécnica de Valencia, entre otras.
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