Desde aspiradoras que mantienen limpios los suelos de nuestras casas a dispositivos que asisten en operaciones a corazón abierto. Los robots se diseñan para facilitar la vida y el trabajo a todos, incluido los astronautas. En la Estación Espacial Internacional hay una serie de robots llamados Astrobee (Astro-abeja) que ayudan a sus habitantes. Desempeñan varias tareas para liberar tiempo a los astronautas permitiéndoles centrarse en actividades que solo los humanos pueden realizar.
En la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) está a 400 kilómetros de la superficie terrestre y da 16 órbitas alrededor de la Tierra cada 24 horas. La estación consta de seis habitaciones, dos baños, un gimnasio y un ventanal con una vista de 360º. Al igual que en cualquier casa o trabajo, es vital administrar bien las tareas. Esto es especialmente importante en la estación, ya que se debe optimizar el trabajo de los astronautas, cuya estancia es limitada.
Qué y cómo son los robots Astrobee
«El sistema Astrobee consta de tres robots con forma de cubo (de unos 30 centímetros por lado), un software y una estación de acoplamiento que se utiliza para recargar la batería», resume la web de la NASA. Los tres robots ayudantes de los astronautas, Honey (Miel), Bumble («Bumble bee», abejorro en inglés) y Queen (Reina), llegaron hace unos cinco años a la ISS.
Estos robots ayudantes vuelan por la estación, de ahí el nombre que reciben (bee). Operan de forma autónoma o por control remoto por parte de astronautas, controladores de vuelo o investigadores en tierra. Utilizan ventiladores eléctricos como sistema de propulsión para volar y tienen sensores y cámaras con las que pueden «ver». Además, poseen un brazo de apoyo que les permite sujetar objetos y agarrarse a los pasamanos de la estación para preservar batería. Como una abeja vuelven a su colmena, o sea, su estación de acoplamiento para cargar las baterías.
Los Astrobees están diseñados para hacer: «inventarios, documentar experimentos realizados por astronautas con sus cámaras integradas o trabajar en conjunto para mover carga por toda la estación«. Según la NASA, también son una especie de guardianes al monitorear y mantener los sistemas de la estación en funcionamiento cuando la tripulación está ausente.
Robot, compañero de los astronautas
La NASA destaca el papel de colaboración entre humano y robot. El gerente de proyectos de las instalaciones Astrobee en el Centro de Investigaciones Ames de la NASA, José Benavides, apunta: «Existe una razón por la que tantas historias de ciencia ficción tienen un robot querido que acompaña a los héroes humanos: sabemos que no podemos explorar el espacio solos«. La web señala de la agencia que los robots de vuelo libre, como los Astrobee, han sido «componentes esenciales de la misión Artemis de la NASA».
El programa Artemis tiene como objetivo una nueva exploración a la Luna, así como el envío de la primera mujer y persona negra. El nombre Artemis (Artemisa, en español) hace referencia a la diosa de la mitología griega asociada a la caza y la Luna. Con Artemis se quieren estudiar la Luna con la tecnología desarrollada desde la llegada del hombre al satélite 1969. Las nuevas investigaciones el satélite de la Tierra se quieren para preparar al ser humano para llegar a Marte. El nombre Artemis (o Artemisa, en español) hace referencia a la diosa de la mitología griega asociada a la caza y la Luna.
Un robot colaborativo
Por otro lado, la plataforma Astrobee está abierta para los futuros ingenieros y programadores. A través del desafío anual «Reto Kibo de Programación de Robots», operado junto con la Agencia de Exploración Estatal de Japón (JAXA, por sus siglas en inglés), los estudiantes pueden escribir códigos para los Astrobee. Se presentan grupos con sus propuestas y los ganadores llegan a ver cómo se ejecutan sus programas.
SPHERES, los predecesores de Astrobee
El sistema Astrobee fue desarrollado por el Centro de Investigación Ames de la NASA. Esta entidad está dedicada al desarrollo de tecnologías avanzadas e investigaciones científicas innovadoras que apoyen las misiones espaciales y la exploración del espacio. Los Astrobees aprendieron y reemplazaron a los SPHERES (siglas en inglés para Satélites Experimentales de Posición Sincronizada, Retención, Activación y Reorientación).
Los SPHERES son satélites esféricos de unos veinte centímetros de diámetro que, al igual que los Astrobee, flotaban por la estación espacial. Curiosamente, estuvieron inspirados en un androide combatiendo con Luke Skywalker de Star Wars. Una de sus principales funciones es servir como banco de pruebas para el desarrollo y la investigación del estudio de dinámicas de fluidos, control de actitud (la orientación de un objeto en el espacio) y comportamiento de objetos en microgravedad.
Robots cada vez más autónomos
Actualmente, se busca una mayor autonomía en los Astrobees, sin la necesidad de intervención humana constante. Con el software ISAAC (siglas en inglés de Sistema Integrado para el Cuidado Autónomo y Adaptativo) se impulsa que estas abejas ayudantes suplan la ausencia de tripulación durante periodos prolongados.
El universo es infinito, al igual que la ambición de los astronautas e ingenieros espaciales. «Nuestra visión a largo plazo (con ISAAC) es transformar una nave en un sistema robótico autónomo por sí sola«, recalca Trey Smith, gerente de proyecto de ISAAC en el Centro de Investigaciones Ames de la NASA.