La Agencia Espacial Australiana tiene planes para abrir minas en la Luna, con el fin de obtener agua y explotar otros recursos.
¿Por qué la Agencia Espacial Australiana? Hay un buen puñado de agencias espaciales de punta a punta del planeta Tierra. Podría haber sido cualquiera de ellas la que se hubiera propuesto un plan para abrir minas en la Luna. Desde luego no una agencia espacial poco conocida y, sobre todo, ¿con qué experiencia? Pues con bastante poca, porque se fundó hace solo un año y medio.
Muy probablemente, otras agencias espaciales –esto no es probable sino más bien seguro– tengan planeas para explotar los recursos lunares. Pero la Agencia Espacial Australiana suma a ello una ambición de joven proyecto, casi se le puede llamar startup. Y, sobre todo, suma algo con lo que no cuentan otros países. Es la experiencia de abrir explotaciones mineras en terrenos y condiciones difíciles.
El extenso país australiano se caracteriza por un clima rudo en la mayor parte de su superficie. Ruda también es la Tierra, y rudos se han vuelto los ingenieros para encontrar formas de practicar minería en estos lugares. Este bagaje lo hereda la recién creada agencia espacial, que en la Luna buscará agua y otros recursos.
El agua de la Luna es la base de todo, sin duda. El principal propósito de Australia es extraer el agua de nuestro satélite para aprovisionar con ella a las misiones espaciales. La entidad se ha propuesto como objetivo encontrar la fórmula para que esto salga más barato que transportar las reservas desde la Tierra.
Será necesaria una inversión considerable, pero Australia ya ha decidido dónde quiere posicionarse en la industria aeroespacial. Un sector que de ser un rincón minoritario va camino de convertirse en un ecosistema con influencia en la economía global.
La colonización de la Luna
Hace solo unos años el concepto de colonizar la Luna sonaba a ciencia ficción. Tal vez se podría hacer, sí. Pero, ¿para qué? Sería una hazaña, un triunfo de la ciencia sobre el espacio, pero, sobre todo, sería costoso. Hoy en día, en cambio, afloran las intenciones y se engrasan las voluntades hacia el satélite. Establecerse de forma cuasi permanente en la superficie lunar ha pasado de ser una quimera a ser un objetivo.
Jeff Bezos, que no está en absoluto desacreditado en materia espacial, está convencido de que el futuro de la Humanidad pasa por colonizar la Luna. Así lo ha expresado y se quedó tan tranquilo después. Aunque es cierto que hablaba de un futuro a largo plazo: 100 años. Pero su empresa de lanzamientos de cohetes, BlueOrigin, ya trabaja con la NASA en un módulo de descenso lunar.
Siempre en el ojo del huracán de todas las prospecciones espaciales, la NASA ha hecho algo más. No solo investiga por su cuenta las posibilidades de establecerse en la Luna con cierta autonomía. La agencia espacial estadounidense ha abierto la puerta para que el sector privado pueda explotar los recursos del satélite. Solo no puedes, con amigos, sí; debió pensar la NASA. Lo que parece claro es que la entrada de las empresas en esta carrera llevará a avanzar más rápido en la explotación del satélite.
Por si fuera poco, el interés que suscita de por sí la exploración del satélite llegó Marte. A algunos proyectos para llegar a este planeta se les hacen los «ojos chiribitas» al mirar a la Luna. Toda una cantidad de recursos para abastecer misiones al Planeta Rojo.
Esto es lo que ven y esta es su motivación para abrir minas en los cráteres lunares.
Imágenes: NASA
