meteorito

Meteoritos azucarados, pistas sobre el origen de la vida

Un equipo de científicos ha detectado azúcares en meteoritos, un compuesto importante para biológicamente, que apoya cierta hipótesis sobre el origen de la vida

Entre las hipótesis que se barajan sobre el origen de la vida hay una que cuenta para ello con la presencia de azúcares en los meteoritos como propiciadores de este proceso. Los compuestos que estas rocas traían desde fuera de la Tierra habrían contribuido de forma importante a la creación de los primeros seres vivos.

La formación de un caldo de cultivo propicio para la vida no se podría entender sin los meteoritos, según esta hipótesis. Y ahora los descubrimientos de un equipo internacional de investigadores apoyan esta tesis. Han encontrado algunos azúcares en meteoritos que tienen suma importancia biológica.

El equipo ha observado que en los meteoritos NWA 801 y Murchinson había ribosa, arabinosa y xilosa. Los azúcares son compuestos esenciales para desentrañar el origen de la vida. La ribosa es clave para la formación del ácido ribonucleico (RND), una molécula que sirve para copiar las instrucciones genéticas del ADN y enviarlas a los ribosomas.

Anteriormente se habían encontrado otros componentes esenciales para la vida en meteoritos, como los aminoácidos , presentes en las proteínas. Pero hasta ahora no se habían descubierto azúcares en meteoritos. Esta es la primera ocasión en que hay pruebas de que existe ribosa en el espacio y de que a la Tierra llegaron azúcares desde otros puntos del universo.

Azúcares en meteoritos

Esta hipótesis apunta que las reacciones químicas que tienen lugar en los asteroides –que después se convertirán en meteoritos– pueden formar algunos de los ingredientes esenciales para la vida. Esto confirma también que en el espacio existen algunos de los componentes básicos para la formación de la vida.

Los meteoritos como fuente de conocimiento

El estudio de los meteoritos puede traer conocimientos valiosos. Estos pedazos de materia, procedentes de asteroides, se han examinado con el fin de conocer sus pequeños imanes, cuyos campos magnéticos tendrían la calve de cómo se formó el sistema solar. Pero es que además, estos cuerpos han de tenerse en cuenta a la hora de estudiar muestras procedentes de Marte o de la Luna. Y es que algunos compuestos encontrados en estos planetas podrían ser atribuibles a la caída de meteoritos, en lugar de resultar "autóctonos".

Los meteoritos también son una fuente de sorpresas de otro tipo. En uno hallado en Australia en los años 50 se ha descubierto un nuevo mineral , al que han apodado Edscottite. Si hablamos de asteroides, cuerpos celestes rocosos que pueden convertirse en meteoritos si impactan contra la Tierra, los hay también muy interesantes. Como 16 Psyche, de 200 kilómetros de diámetros y constituido por metales preciosos.

Imágenes: Hans, WikiImages

Sobre el autor

RELACIONADOS