Investigadores japoneses han dado con una tecnología que podría sentar las bases de una nueva generación de baterías seguras, sobre todo en lo que se refiere a los vuelos.
Los notorios incidentes que han tenido lugar durante vuelos, cuando ante las condiciones en los aviones se ha producido la explosión o el incendio de algunos móviles, tienen su causa en la batería de los terminales. Estas fuentes de almacenamiento, de ion litio, que ni mucho menos han evolucionado al mismo ritmo que el resto del hardware para dispositivos móviles, están siendo investigadas en todo el planeta con el fin sentar las bases para una próxima generación de baterías, de mayor duración, con una carga más rápida y, también, más seguras.
En este último aspecto es en el que se han centrado los investigadores de la Universidad de Tohoku, en Japón. Han creado un tipo de baterías en estado sólido que utilizan borohidruro de litio, un compuesto con el que hasta ahora sólo se podía trabajar a altas presiones o temperaturas. Para hacer que las moléculas de borohidruro de litio fueran estables en condiciones normales los científicos las introdujeron en una estructura entramada de yoduro de potasio.
Así, se consiguió que la mezcla pudiera soportar la temperatura normal en estado sólido. Además, el equipo de investigación descubrió que los iones Li+ funcionaron como iones conductores puros Li+, a pesar de su combinación con el yoduro de potasio. El potencial que tiene esta revelación ha sido suficiente para que los japoneses comiencen a pensar en las posibles aplicaciones en un nuevo tipo de baterías seguras.
Aún queda trabajo por hacer pero este mecanismo que funciona en base al borohidruro de litio sienta las bases para tratar de conseguir una nueva generación de baterías seguras en estado sólido, considerablemente más seguras que las actuales. Y es que sus componentes serían más estables y menos sensibles al cambio de condiciones, como las que se pueden dar en un vuelo.
La seguridad es una de las ramas de investigación en baterías, un área donde los nuevos desarrollos aún están por materializarse comercialmente. Tanto los trabajos que profundizan en pilas autorrecargables, tratando de aprovechar cualquier tipo de energía mecánica para convertirla en eléctrica y almacenarla, como las baterías de carga rápida, que alcanzarían el máximo nivel en unos pocos segundos, son innovaciones que necesitan madurar. Eso sí, la semilla ya está puesta.
Imágenes: wenzday01 y Uwe Hermann