Megvii

Buscar a perros perdidos mediante el reconocimiento automático de sus hocicos

La aplicación china Megvii usa Inteligencia Artificial con el objetivo de reconocer los hocicos de los perros para encontrarlos cuando se pierdan.

Cada vez es menos extraño que el reconocimiento facial se aplique a los animales. Al menos en cierta forma. Los sistemas normalmente se diseñan para los seres humanos. Pero hay empresas centradas en mascotas, e incluso en el estudio científico de algunos grupos de animales.

El caso de la aplicación china Megvii destaca por su originalidad. Su sistema utiliza Inteligencia Artificial para encontrar perros, gatos y otras mascotas perdidas. Pero no identifica patrones faciales. Va a algo más concreto: el hocico.

La aplicación necesita primero que se hagan varias fotografías del hocico de la mascota. Tal y como haces cuando registras la huella dactilar en tu teléfono. A partir de ahí, se crean unos patrones que permitirán volver a identificar al animal si se expone a la aplicación.

Desde Megvii apuntan que su tasa de acierto es de un 95%, y que ya han recuperado alrededor de 15.000 mascotas para sus dueños. Esta es una necesidad cada vez mayor, en tanto que los animales de compañía han crecido en número, y también en valor, para sus dueños en las últimas décadas. De ahí que se hayan buscado otras soluciones tecnológicas para encontrar mascotas perdidas, como collares inteligentes.

Megvii

Aquí también existe un uso público, por parte del Estado. Y es que, los gobiernos pueden controlar de quién son los animales que andan sueltos sin correa o que hacen su deposición en la calle sin que nadie la recoja. Si las cámaras de la calle lo detectan en China parece probable que la multa llegará a su destinatario.

Reconocimiento facial en el reino animal

No es nueva la aplicación del reconocimiento facial para encontrar animales perdidos. Pero también existen otro tipo de usos que se salen del ámbito doméstico o social.

Llama la atención el uso que le ha dado al reconocimiento facial la compañía noruega Cermaq Group, que gestiona piscifactorías. En su caso, se trata de preservar la salud de los salmones. Con ayuda de una cámara el sistema se fija en los ojos, la boca y las branquias de los peces. En estas zonas intenta detectar patrones asociados con la presencia de parásitos. Si un pez está infectado se deriva a un área donde se trata su enfermedad.

De esta forma, la tecnología de reconocimiento facial se ha extendido a los animales, donde puede ofrecer grandes ventajas. Especialmente si se empiezan a concebir sistemas específicos para el mundo animal, como ha hecho Megvii.

Imágenes: wuestenigel, kaddisudhi

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