Una de las cosas más maravillosas que hay es cantar tus canciones favoritas sin importar el lugar, ¿no es verdad? Sin duda, la música tiene una conexión especial con nuestras vidas. De hecho, a veces logra marcar nuestros momentos importantes.
Con el avance de la tecnología, se ha visto que los algoritmos de aplicaciones de música sugieren las canciones para tu playlist según tus gustos. Sin embargo, la presencia de la IA está impactando la industria musical como si se tratase de ficción.
Por esto, te contamos sobre el algoritmo que predice si una canción será exitosa y cómo funciona.
¿Será posible predecir el éxito de las canciones?
Esta es la pregunta que surge ante el estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Claremont. Nuevamente, la inteligencia artificial demuestra que los escenarios más irreales pueden ser palpables.
Cuando se habla de música, estamos frente a uno de los temas más subjetivos. Esto se debe a que lo que te gusta a ti puede que no le interese al otro. Por eso, se dice que «para gustos, los colores».
No obstante, lo que muestra el estudio es que nuestro cerebro reacciona ante la música. Es decir, esta influye en nuestro estado emocional a través de: el tempo, la tonalidad o el ritmo, y la melodía.
El equipo investigador parte de este hecho para determinar si una canción será exitosa. De ser así, la producción musical cambiaría radicalmente. Pero ¿qué fue lo que se hizo en este estudio?
La propuesta del estudio de la Universidad de Claremont
Para lograr su objetivo, los científicos analizaron la actividad cerebral de 33 voluntarios mediante dos pruebas. En la primera se vieron sus gustos musicales. En la segunda, se monitoreó su actividad neurofisiológica mientras escuchaban 24 canciones.
Este monitoreo se realizó específicamente en las redes periféricas. Es decir, aquellas que se enfocan exclusivamente en los sentimientos. De esos 24 temas, 13 tienen más de 700.000 reproducciones en plataformas de streaming. Además, se caracterizan por ser éxitos. En cuanto a las 11 restantes fueron catalogadas como fracasos.
Luego, con los resultados obtenidos, establecieron varios modelos estadísticos. Su objetivo consistió en buscar la combinación de estímulos que generan la canción perfecta. Una vez que los consiguieron, los llevaron a un algoritmo de IA para compararlos y encontrar el mejor.
En una primera prueba obtuvieron una precisión del 69%. Luego, volvieron a usar el sistema de IA para relacionar los parámetros de las canciones. De esa forma, estas fueron asociadas con una actividad cerebral positiva. Así, entrenaron a la IA y lograron una precisión del 97%.
En ese sentido, para los científicos, con estos resultados es posible determinar qué es lo que le puede gustar a millones de personas. El plus de esta innovación es la unión entre la neurofisiología y el machine learning. De este modo, el algoritmo mejora la clasificación de piezas musicalesexitosas en comparación con los modelos tradicionales y lineales.
¿Cuál es el desafío para el futuro?
Para nadie es un secreto que la industria musical es comercial. Por eso, el desarrollo de este algoritmo puede ayudar a que existan más hits. No obstante, la creatividad humana es algo que, por más precisión que exista, no se puede ignorar ni replicar.
Además, los investigadores expresan que, si estos dispositivos pueden fabricarse como wareables, es posible hacer mejores recomendaciones. Estas serían individuales y más exactas de las que dan las plataformas de streaming. Por tal razón, no solo se analizaría qué se escuchó, sino qué hizo sentir.
Tal algoritmo augura grandes retos. Por esto, las plataformas de reproducción deben reinventarse o, quizás, adoptarlo. Ya no se trata solo de un mero gusto, sino de aquellas respuestas que tiene nuestro cerebro. Es decir, la inteligencia artificial ahora predice incluso las respuestas neurofisiológicas. Evidentemente, es un hecho que deja sin palabras. Ante esto, la realidad supera con creces la ficción. Falta ver cómo serán las canciones de aquí en adelante y qué viene para los creativos, porque ante lo que dice el cerebro, no hay nada.
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