Los 250 megapíxeles de la cámara de Canon son todo un récord en lo que se refiere a esta especificación.
Con su nuevo sensor fotográfico, Canon puede distinguir los rótulos de un avión que vuela a una distancia de casi 18 kilómetros. Tal es la capacidad de la nueva cámara que la compañía japonesa ha desarrollado. Su sensor APS-H (Advanced Photo System, tipo High Definition) cuenta con 250 megapíxeles, una cifra que supone el récord de píxeles para un sensor basado en tecnología CMOS de menos de 35 mm.
Este llamativo sensor fotográfico tiene unas aplicaciones que se escapan del mercado de consumo. Una potencia de este tipo podría resultar útil, según ha señalado Canon, para tareas de vigilancia especializadas, con la vista puesta en la prevención de crímenes, por ejemplo. La cámara también podría servir como instrumento de medida de ultra alta definición, en sectores como el industrial o el aeronáutico, así como para otro tipo de equipamiento dentro de estos campos.
Canon incluso ha mencionado el terreno de la expresión visual como una de las aplicaciones potenciales de su nueva cámara de 250 megapíxeles, que permitiría captar hasta el más mínimo detalle. Aunque lo cierto es que el uso que más parece adecuase al sensor es el de la seguridad, ya sea en el ámbito civil o en el militar. Si bien la industria espacial también está necesitada de cámaras potentes. En la Estación Espacial Internacional ya han incorporado la tecnología 4K para grabar vídeos y enviarlos a la Tierra desde allí.
Ni que decir tiene el sensor de 250 megapíxeles no está destinado a los smartphones ni al mercado de consumo. Pese a que Canon ha logrado reducir la tecnología para que quepa en un 35 mm, los costes no son asumibles para la venta masiva. Sin embargo, el desarrollo de esta cámara no deja de ser una tendencia. En muchas ocasiones las tecnologías que comienzan en el sector puntero, alejadas del gran público, acaban volcándose al mercado de consumo con los años, siempre que los costes se reduzcan y lo permitan, claro.
Si nos fijamos en el 4K, los estudios de cine fueron quienes probaron esta tecnología de ultra alta resolución por primera vez de forma comercial. De ahí se fueron bajando escalones y ahora hasta los drones cuentan con cámaras 4K.
Por cierto, que el sensor de 250 megapíxeles de Canon también permite grabar vídeo. Y la resolución es algo mayor que el 4K, concretamente 30 veces superior (y 125 veces superior a los 1080p). En este caso la cámara se utilizaría para agrandar las imágenes del metraje, con el fin de identificar los detalles, pues la agudeza es tal que hay que se pueden ampliar profusamente los frames sin perder resolución.
Imágenes: Martin Cloutier y Canon
