Un cargador móvil que cabe en tu cartera

Aunque la historia del teléfono móvil se remonta a los inicios de la II Guerra Mundial con la invención del sistema Handie-Talkie H12-16 de Motorola para la comunicación entre las diferentes tropas militares, no es hasta los años ochenta cuando se plantea la necesidad de contar con un dispositivo adaptado para las personas con un uso meramente individual.

Con este objetivo, Ericssson y Motorola desarrollan los móviles de primera generación o 1G a partir de 1981 (en la imagen, el Motorola DynaTAC de 1984), aunque las invenciones irían evolucionando en los años noventa, todavía con dispositivos de gran tamaño, muy lejos de la actual personalización y cuidado por el diseño de los teléfonos. Y si las dimensiones del móvil suponían un gran problema, también lo era el ver cómo se cargaba la batería de los dispositivos, por lo que en la actualidad se buscan sistemas que nos permitan deshacernos de los cargadores convencionales y hacer un uso mucho más independiente de los móviles.

Cooper

La odisea de cargar un teléfono móvil

En 2009, los principales fabricantes de teléfonos móviles llegaron a un acuerdo para adoptar un cargador universal para teléfonos móviles, con servicios de datos vendidos en la UE. Dos años después, el anhelo de muchos usuarios se hacía por fin realidad: ya no hacía falta contar con un cargador específico para cada modelo móvil.

Sin embargo, su utilización sigue siendo bastante molesta para los usuarios. A menudo olvidarnos de nuestro cargador se convierte en un fastidioso problema cuando nuestra batería se va agotando. A pesar de contar por fin con un sistema de recarga universal, es bastante pesado tener que llevar siempre con uno el cargador para evitar quedarnos sin nuestro smartphone a las primeras de cambio.

Y es que la mayor utilización de los dispositivos móviles hace inevitable nuestra dependencia de ellos. Conscientes de este tema, desde hace años diversas compañías han centralizado sus esfuerzos en los conocidos como cargadores portátiles, de los que en actualidad podemos encontrar una gran diversidad de modelos.

En 2010 aparecía uno de los primeros cargadores de este tipo, el Nu PowerBank, que podía ser utilizado para recargar las baterías de diversos dispositivos, tales como móviles, mp3 o cámaras digitales. En la actualidad, existe una gran variedad de sistemas, tales como los diseñados por Duracell, uno de los gigantes de la electrónica, que no podía faltar en el escaparate de los cargadores que se conectan mediante USB, como el modelo que ofrece hasta tres horas extras de batería. Energizer, otra de las grandes marcas vende un producto algo más barato que el anterior, un cargador de 1000 mAh.

Sin embargo, todos los sistemas ideados hasta el momento, a pesar de su portabilidad, ofrecían el gran inconveniente de contar con dimensiones demasiado grandes para ser considerados «de bolsillo». A pesar de ello, la creatividad también ha llegado  a estas tecnologías.

Charge Card: un cargador convertido en tarjeta de crédito

A veces ser prácticos nos hace olvidarnos de perfilar diseños más atractivos. Este quizás es uno de los pocos inconvenientes que tiene Charge Card, una idea innovadora lanzada por la plataforma de crowdfunding Kickstarter. La web fundada en 2009 ha sido la encargada de lanzar más de 35.000 proyectos creativos. Su filosofía all-or-nothing («todo o nada», por su traducción al castellano), se basa en financiar sólo aquellas ideas que hayan conseguido todo el dinero requerido a través de colaboraciones anónimas. Si no se consigue la cantidad que se necesita, las aportaciones serán devueltas a los usuarios, y el proyecto no saldrá adelante.

Charge Card forma parte de esas treinta y cinco mil ideas que lograron convencer al gran público por su novedad, innovación y utilidad. Aunque este primer diseño está enfocado sólo para recargar la batería de nuestro iPhone, cuenta con un sistema estándar de USB, de forma que puede ser conectado a una gran variedad de dispositivos, tales como un ordenador o la propia televisión.

Charge

Charge Card es en realidad un cargador USB diseñado para iPhone, aunque sus inventores californianos están trabajando en un nuevo modelo para Android y Blackberry. Su novedad radica en su minúsculo tamaño, de apenas 2,54 mm, que permite que podamos llevarlo en nuestra cartera o bolsillo, facilitando que podamos cargar nuestro smartphone antes de que su batería se agote.

El producto fue tan popular en Kickstarter, que consiguió recaudar el triple de la cantidad fijada inicialmente como requsito mínimo para llevar a cabo el proyecto (en torno a los 50.000 dólares). De ahí que el proyecto siga avanzando, buscando adaptarse a los nuevos modelos de iPhone 4, 4s y 5, así como a gadgets que utilicen micro-USB. Esta nueva experiencia de crowdfunding demuestra una vez más que la «democratización» de las novedades en tecnologías es posible, e incluso muy necesaria, al ofrecer un altavoz dirigido a las grandes compañías para satisfacer las necesidades de los usuarios.

Imágenes | Wikipedia, Kickstarter

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