La reconversión de un negocio al mercado digital es mucho más que trasladar el mismo modus operandi a Internet o las redes sociales tal cual. No se puede imitar el mundo analógico y volcar pautas idénticas de conducta, esperando que los usuarios actúen siguiendo lo que funciona bajo parámetros offline.
Los nuevos consumidores piensan, entienden y actúan de forma distinta, por lo que la filosofía empresarial debe cambiar adaptándose a los nuevos usos y costumbres, empatizando con las nuevas formas de comunicación y márketing. Con Internet al alcance de la mayoría de la población, el acceso a la información y a herramientas y productos cada vez más baratos, o incluso gratis, es indispensable una reconversión hacia otros métodos y, sobre todo, hacia una calidad excelente y continuada.
Estas y otras claves para afrontar la disrupción digital las ha esgrimido la consultora americana Forrester, ante más de 500 directivos en un evento anual, celebrado en Orlando, que ya es cita obligada para los empresarios más punteros del sector:
- Los nativos digitales provocan la disrupción digital, por lo que no es suficiente la adaptación a entornos online. Para la reconversión real, las empresas deben afrontar una reforma en profundidad desde los cimientos y, si es preciso, reconstruir desde la base todas las estrategias.
- La revolución digital es omnipresente y carece de limitaciones horarias o fronterizas. Las herramientas abarcan culturas, sectores, idiomas…, por lo que las empresas deben mejorar sus productos y servicios, renovando las directrices en función de los nuevos paradigmas.
- Los nuevos consumidores constituyen la base de toda la organización. Solo las empresas que así lo entiendan conseguirán una ventaja estratégica en su negocio.
- Los nativos digitales viven en un entorno donde la innovación es una realidad: “Un optimismo que nace de los hechos, y está basado en tener herramientas baratas o gratuitas, plataformas digitales y clientes digitales”.
- La experiencia de usuario crea una sociedad disruptiva donde los productos y servicios se convierten en la unidad con mayor peso.
- Es fundamental una reorganización de la empresa, sin separaciones entre la actividad off y on.
- Integrar las cuatro tecnologías que componen la disrupción digital:
- Cloud computing, híbrido entre lo público y lo privado.
- Smart Computing. Análisis en tiempo real y predictivo; tecnología de gestión de procesos de negocio, de gestión dinámica y de flujos de trabajo; tecnologías del conocimiento, herramientas RDIF, sensores y monitorización de medios sociales y transmedia.
- Movilidad como base de las nuevas comunicaciones.
- Beyond On Device (BYOD). Dispositivos adaptados a todo tipo de contenidos y viceversa.
Imagen | Inac-americas.com