¿Cómo reducir el estrés en el trabajo?

Te cuesta concentrarte o te despiertas a media noche aun estando agotado. Piensas que es porque trabajas mucho, pero también puede ser estrés. Sabemos que el estrés en el trabajo afecta a la salud, a la economía y a la productividad, pero, ¿es posible reducirlo?

Tú que siempre has intentado tener una filosofía positiva y mucha tranquilidad frente a grandes problemas, de repente, empiezas a estar estresado. ¿Cómo puede ser? El estrés en el trabajo es muy común en nuestra sociedad y supone un grave problema tanto para las personas como para las empresas.

¿Cómo y por qué se origina el estrés laboral?

Imaginemos una familia en la que ambos padres trabajan hasta tarde y cuando llegan a casa tienen que ocuparse de sus hijos, de las labores de la casa y preparar la cena. Por lo general, no estarán dispuestos a pasarse horas en la cocina y tirarán de platos precocinados. Esto se traduce en enfermedad crónica, que podría ser perfectamente diabetes.

estrés en el trabajo

Es decir, largas jornadas en la oficina conllevan menos tiempo para el ocio, la familia y el bienestar propio. Y si esas horas en el puesto de trabajo son de mucha presión, pueden llegar a generar un estrés continuo, que pasará a formar parte de tu vida.

Y si, a todo esto, le sumamos un salario bajo y poca motivación profesional, el resultado puede ser demoledor para nuestro organismo.

¿Cómo actuar frente al estrés laboral?

En este punto, tanto las empresas como los propios empleados tienen un papel fundamental. Es una labor a medias que puede impulsar grandes beneficios para ambas partes.

 En primer lugar, las compañías deben invertir en el bienestar mental, físico y emocional de sus trabajadores, tal y como lo hacen en I+D. Para ello tienen que poder medir este factor, lo cual resulta bastante complejo, pero marcará la diferencia competitiva. Pues, como ya sabemos, el valor principal de una empresa son las personas.

– Los líderes de la entidad deben implicarse tanto como quieren que lo hagan sus trabajadores. Es decir, los jefes no pueden ser simples espectadores, sino que han de comprometerse con las tareas. Con esto se puede conseguir que el equipo se queje menos, que se involucre más y que se sienta parte de la compañía.

– La comunicación entre empleado y empleador es imprescindible y siempre debe ser bidireccional. Solo de esta forma se puede mejorar el bienestar laboral y, por supuesto, la empresa también ganará.

estrés en el trabajo

Más allá de paliar el estrés en el entorno laboral, también se debe hacer en nuestro día a día. ¿Cómo? Principalmente, siendo honestos con nosotros mismos, y para conseguirlo hemos de analizar en profundidad lo que nos provocan nuestros pensamientos, el esfuerzo y el fracaso.

Es así como podremos gestionar el estrés que nos producen estas 3 patas que nos acompañan diariamente, y que, en muchas ocasiones, juegan en nuestra contra. Hagamos que sean nuestros mejores aliados.

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