Vivimos en un mundo en el que nos encontramos ante continuos estímulos procedentes, en su mayoría, de las redes sociales y los medios de comunicación. Estos han traído consigo una sociedad polarizada en la que no existen colores como el gris, porque solo entendemos de blancos y negros. Molo Cebrián, creador del podcast Entiende tu Mente, en una charla con Mejor Conectados, explica que para nuestro cerebro es más sencillo entender y aceptar los extremos porque «si tuviéramos que estar analizando todo lo que nos pasa, tardaríamos mucho tiempo en procesar y llegar a una conclusión«.
Este comportamiento es muy común cuando buscamos información en un periódico sobre un tema concreto. ¿Te has parado a pensar alguna vez en por qué siempre nos informamos en los mismos sitios? Esto es así porque buscamos reafirmar nuestros ideales y el hecho de leer ideas diferentes a las nuestras nos hace sentir incómodos y, por lo general, huimos de esa sensación.
En contraposición, la mejor manera de dar a conocer nuestras opiniones a personas que no las comparten es a través de la asertividad. Cuando nos encontramos ante una situación incómoda con compañeros, familiares, amigos, etc., que no comparten nuestros ideales y, en ocasiones, no los respetan, lo mejor es actuar de manera asertiva. «Simplemente debemos tener presente el respeto al interlocutor, evitando la falta de empatía y potenciando el autocuidado», expone Molo. No tenemos por qué intentar cambiar la opinión de nadie en torno a un debate. Solo, dialogar, escuchar y aceptar. En definitiva, ser capaces de intercambiar diferentes puntos de vista, ya que esa acción nos llevará a valorar la diversidad de la que estamos rodeados.
Lo anterior es la base de la comunicación efectiva que requiere de comunicación asertiva y escucha activa. Es decir, cuando dos personas se reúnen para escuchar y transmitir sus ideas teniendo en cuenta las del otro y a uno mismo. Solo así, «empezaremos a romper polarizaciones«, sostiene Molo.
Aprender a aceptar los errores
La realidad es que cada vez es mayor el número de personas que acuden a terapia psicológica para hacer frente a ansiedades, depresiones, inseguridades, etc. De hecho, desde que empezó la pandemia, un 6,4 % de los españoles ha acudido al psicólogo o psiquiatra por algún problema. Este hecho debería normalizarse cada vez más porque todo el mundo en algún momento de la vida necesitará esa ayuda profesional.
Por otro lado, durante la charla, Molo habla sobre dos extremos de personalidad: el conocido síndrome del impostor y el efecto Dunning Kruger. El primero es un sentimiento de falta de conocimiento sobre ciertos temas que afectan a esa persona en su día a día. La razón es que, «cuando sabes mucho, te das cuenta de lo mucho que te queda por saber«, cuenta el podcaster. Para trabajar en afrontar este miedo hay que aprender a gestionar la incertidumbre. Mientras que, el efecto Dunning Kruger es lo opuesto. Se trata de aquella persona que, a pesar de tener conocimientos básicos sobre un tema, cree que es un experto. Por lo que, trata de imponer sus ideas y sobreestimarlas.
En torno a ambas situaciones, Molo anima a la gente a entender que es normal equivocarse y no saber de todo. De hecho, un consejo común que ante este tipo de tesituras es, «equivócate y verás que no pasa nada». Cada uno de nosotros actuamos con los conocimientos que tenemos y lo sano ante estas situaciones es saber reconocer nuestros errores y aceptarlos.
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Imagen de cabecera de Brand Factory.
