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Conducción responsable: modo avión, también en el coche

Son muchos los aspectos de esa sociedad digital en los que tendemos a culpar a dispositivos, entornos, aplicaciones, redes o juegos de todo lo malo que sucede. Acoso, odio online, adicciones, postureo, distracción, distorsión, dependencia, inmediatez o disponibilidad constantes, daños en salud física o emocional… Para atajar las distintas problemáticas, miramos hacia la legislación o hacia las empresas tecnológicas para pedir un mayor compromiso social, una mayor ética en el diseño o en la regulación de la tecnología que utilizamos.

Sin embargo, hay un apartado en el que, por más que queramos, no podemos delegar nuestra responsabilidad en cuanto a nuestro uso de esa tecnología. No podemos aludir al algoritmo, ni a los influencers. No podemos mencionar a los gurús de Silicon Valley, ni a los haters. La decisión última la tenemos nosotros.

El coche. Vehículo, berlina, monovolumen, furgoneta, camión, automóvil. Cuando conducimos, utilizar el móvil es peligroso. Punto. Y final.  Hacer un uso seguro y responsable del smartphone en el coche depende de nosotros y del resto de conductores. Depende de cada uno de nosotros llevar a cabo una conducción responsable. ‘Seguro y responsable’ probablemente consiste en no usar el móvil y en dejar de pensar que ‘por un minuto, no pasa nada’.

Sí pasa. Sí puede pasar.

Las distracciones al volante, con el uso indebido de smartphones a la cabeza, son responsables de cerca del 30% de los accidentes de tráfico graves. Que móvil y volante no son buena pareja lo sabemos todos y, sin embargo, 8 de cada 10 españoles admiten usar el móvil mientras conducen.

Una conducción responsable ante el volante puede reducir el riesgo de accidente al volante

Entidades responsables de la seguridad vial de todo el mundo llevan años concienciando sobre este tema. La Dirección General de Tráfico nos invita, de hecho, a “no mirar abajo”. Nos cuentan que el uso del móvil al volante implica tres formas de distracción: visual, cognitiva y manual, mermando claramente nuestras capacidades como conductores. Aumenta el tiempo necesario para reaccionar ante cualquier imprevisto en la carretera y resulta más difícil realizar acciones básicas como mantener una velocidad constante o respetar la distancia de seguridad.

El uso del móvil durante la conducción multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un percance, un peligro que es todavía mayor cuando se trata de acciones que implican el uso manual del dispositivo y que nos obligan, por tanto, a apartar la vista de la carretera. Atender una llamada sin tener el manos libres activado es una idea regular, pero menos de un 40% de conductores recurre a ese manos libres. Coger el teléfono para mandar o leer un mensaje es una malísima idea, pero más del 80% de las veces que usamos el teléfono en el coche es para este último tipo de uso.

Conducción responsable

Casi la mitad de los conductores de entre 18 y 29 años infringe las normas respecto al uso del móvil, y la mayoría lo hace usando aplicaciones. A medida que aumenta la edad, el porcentaje disminuye y es la población mayor de 60 años la más responsable -o la menos habituada a hacer de todo y en todo momento con un smartphone en la mano-. En el caso de las familias, la mitad de los padres y madres utiliza el móvil al volante con sus hijos en el coche y, en cuanto a género, las mujeres usan menos el móvil en el coche, pero cuando lo hacen, infringen con más frecuencia las normas de tráfico.

En España, la primera regulación que prohibió el uso del móvil durante la conducción se produjo en 2002. Y la última actualización de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, de este mismo año, incluye entre sus contenidos más destacados el endurecimiento de las sanciones ante el uso del móvil al volante: conducir utilizando dispositivos de telefonía móvil puede suponer una multa de 200 euros y la pérdida de entre 3 y 6 puntos, siendo el uso manual del dispositivo el mayor de los agravantes. Han pasado 20 años y, sin embargo, los smartphones están detrás de muchas multas y, lamentablemente, de muchos accidentes. Corrijo: ¿“los smartphones están detrás de” o “las decisiones de los conductores están responsables de”?

conducción responsable

En general, las grandes culpables de los incidentes de automóvil son las distracciones. Y pueden ser de muchos tipos: nos distraemos con los otros ocupantes del coche, con nuestras preocupaciones o nuestro estrés, cuando vemos un accidente o cuando manejamos alguno de los elementos del propio vehículo. No se trata, pues, solo del móvil. Pero con el móvil sí podemos tomar la decisión expresa e intencionada de silenciar, guardar o apagar el dispositivo, de postergar llamadas o consultas.

Con un nuevo puente en Madrid a las puertas, con el verano cerca y con las indudables ganas que tenemos todos de normalidad, de viajes, de disfrutar con amigos y familia, merece la pena olvidarse del móvil durante el trayecto.

Tú decides.

Algunas recomendaciones En la medida de lo posible, recurrir al ‘modo avión’, también en el coche. Si no podemos, configurar al menos el ‘manos libres’ para las llamadas o recurrir al asistente virtual del smartphone -si lo tiene- para hacer o atender esas llamadas.Silenciar avisos y mensajes.Evitar los chats y la consulta de apps en el dispositivo, incluso cuando estamos frente a un semáforo en rojo. Si necesitamos consultar alguna con urgencia, parar.Si llamamos a alguien y nos comentan -o notamos- que están conduciendo, postergar la llamada.

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