Combinando componentes accesibles, impresión 3D y una gran dosis de ingenio, entre otras cosas, es posible construir un portátil open source.
Construir tu propio portátil parece una tarea propia de hackers o de profesionales muy expertos con una gran pasión por el ‘do it yourself’. Esto es lo que ocurre con Bunnie Huang y Sean ‘xbos’ Cross, que han creado su propio modelo, utilizando componentes de aquí y de allá para diseñar y después ensamblar un ordenador perfectamente funcional. La novedad en este caso es que se trata de un portátil open source, y por tanto, los planos, así como todas las instrucciones necesarias para fabricarlo se encuentran a disposición de quien quiera consultarlas o embarcarse en su propia intentona.
A la construcción del portátil open source la han denominado Novena Project. La historia que relata Bunnie Huang acerca de cómo surgió la idea tiene su origen en su anterior trabajo, en la empresa Chumby, donde fabricaba hardware que él personalmente utilizaba bastante poco. ¿Por qué no fabricar, entonces, algo que usara todos los días? La decisión era fácil: un portátil.
El motivo por el que decidió producirlo bajo un modelo de código abierto es para que el prototipo fuera útil a más gente. Además, al ser un ordenador abierto ofrece transparencia, al contrario que un hardware propietario, donde no se sabe las piezas que lo componen. Para ello los creadores se impusieron el reto de conocerlo todo sobre el hardware a la venta, incluyendo las diferentes marcas y modelos de cada componente.
Por ejemplo, uno de los requisitos que cualquier componente tenía que cumplir es que estuviera libre de un acuerdo de confidencialidad, ya que de otra manera no podría revelarse públicamente información sobre la pieza en cuestión. En cuanto a los SoC (system on a chip), el único proveedor que reunía este requisito era Freescale.
Cada componente se ha conseguido por su lado, tratando de obtener el mejor rendimiento del conjunto. La pantalla tenía que ser configurable y los diseñadores usaron un hardware preparado para trabajar con distintos tipos de paneles LCD, dependiendo del que quisiera implementar cada futuro “fabricante” en su casa. La opción escogida por los creadores del proyecto fue una pantalla LED con una resolución 2560×1700 píxeles (239ppi).
El portátil open source no usa GPU sino que basa su capacidad gráfica en el software, con los decodificadores de vídeo. Dejando de lado la estética, pues el modelo parece una máquina parcheada y a Huang no le importaba que tuviera tres centímetros de grosor, el ordenador contiene todos los elementos básicos para trabajar y cuenta con cierta potencia. La idea no era crear un modelo low cost, para eso ya se ha inventado Raspepberry Pi.
El conjunto se completa con opciones tan dispares como que la batería se compra en paquetes de varias, mientras que la funda es de cuero y destaca el aluminio como material. Otras piezas están impresas en 3D y los creadores consideran haber producido una placa madre realmente fiable. Recientemente han comenzado una campaña de crowdfunding para expandir el proyecto.
Imagen: Makezine