Raspberry Pi, hardware libre para llevar la tecnología a las escuelas

En la actualidad, son muchas las escuelas de todo el mundo que utilizan ordenadores personales dentro de su programa educativo y, a edades tempranas, van introduciendo a los escolares en el uso de ordenadores, en la navegación por Internet e, incluso, en el mundo de la programación. Si bien los ordenadores pueden ser un interesante instrumento de apoyo en el sector educativo y usar, por ejemplo, programas didácticos o incluso videojuegos, la introducción de ordenadores en las aulas no es un proyecto barato que puedan permitirse todos los sistemas educativos.

Con la idea de poder romper la barrera de entrada económica, han surgido proyectos como OLPC que persiguen el desarrollo de computadores de bajo coste que puedan ser introducidos en las escuelas menos pudientes y disolver así esta brecha tecnológica. Quizás One Laptop Per Child (OLPC) sea uno de los proyectos más conocidos pero, desde Reino Unido, un grupo de ingenieros y docentes se unió con un objetivo similar y construir un ordenador de bajo coste que fuese lo suficientemente barato como para que cualquier escuela o estudiante pudiese acceder a él.

Tras 6 años de trabajo, este proyecto se materializó en un dispositivo que, desde que fue puesto a la venta, se vuelto extremadamente popular y del que ya se han vendido más de un millón de unidades: Raspberry Pi, un ordenador que cuesta poco más de 25 euros.

Raspberry Pi

El proyecto Raspberry Pi está gestionado por una fundación que lleva el mismo nombre de este pequeño computador que, a pesar de su tamaño y su coste, encierra un gran potencial. La fundación está articulada como una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo promover la enseñanza de las ciencias de la computación en el ámbito escolar y promover el aprendizaje de lenguajes de programación como Python, BBC Basic, C y Perl; es decir, fomentar desde la escuela el aprendizaje de la programación y despertar, de manera temprana, el interés en el desarrollo de aplicaciones y el mundo de la cultura libre a los nativos digitales que están en edad escolar.

Raspberry Pi - placa

Según reza en la descripción de las actividades de la Fundación, el objetivo principal del proyecto es el siguiente:

Promover el estudio de las ciencias de la computación y temas relacionados, especialmente a nivel escolar, y regresar la diversión al aprendizaje de la computación.

¿Y cómo se puede diseñar un ordenador plenamente funcional manteniendo un coste bajo? Teniendo en cuenta que el proyecto Raspberry Pi está gestionado por una fundación sin ánimo de lucro, uno de los puntos de partida es no hacer negocio con la venta del dispositivo, es decir, éste se distribuye a un precio que permite cubrir los costes de fabricación y sufragar los costes derivados de su distribución. Por otra parte, entrando en el ámbito de la ingeniería del producto, Raspberry Pi es un ordenador del que se han eliminado los componentes superfluos y se ha optimizado el resto del hardware para dejar únicamente lo que es indispensable: el microprocesador, la memoria RAM, varios puertos de entrada/salida (conexión USB, conexión de audio, tarjeta de red Ethernet, una salida de vídeo DVI y una salida HDMI) y un lector de tarjetas SD que hace las veces de almacenamiento.

Raspberry Pi es una placa de 9x6x2 centímetros de tamaño y 45 gramos de peso que acopla un procesador ARM1176JZF-S a 700 MHz y 256 MB de RAM (aunque ahora ya se distribuye con 512 MB) y que, entre otras cosas, es capaz de reproducir vídeo en formato HD o ejecutar juegos como el popular Quake 3 a una resolución 1080p.

La importancia de Raspberry Pi

Raspberry Pi es un proyecto concebido para compartir conocimiento y romper la brecha digital en las escuelas, un proyecto que se apoya en Creative Commons y en GPL para llevar el mundo de la programación y el desarrollo a las escuelas, los aficionados y todo aquel que tenga interés en aprender, experimentar y realizar sus propios proyectos de la misma forma que, por ejemplo, se utiliza Arduino.

Este ordenador es un dispositivo altamente versátil y soporta distribuciones Linux como Debian, Fedora o ArchLinux, que sumado a su bajo coste permitiría equipar, sin grandes inversiones, el aula informática de colegios de todo el mundo (incluso en zonas en las que hay grandes carencias presupuestarias) despertando el interés de una generación de la que podría salir la nueva hornada de ingenieros de empresas como Google, Apple o Facebook.

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El impacto del proyecto

Además de haberse convertido en uno de los objetos más deseados por los aficionados a la electrónica y el desarrollo sobre plataformas libres, Raspberry Pi está presente en las aulas ya no solamente de los colegios sino que también comienza a verse dentro del ámbito universitario.

La Universidad de Southampton, por ejemplo, ha desarrollado el proyecto Iridis-Pi en el que han implementado, usando Raspberry Pi, un supercomputador de 64 nodos. Si bien Iridis-Pi está muy lejos de los grandes supercomputadores, este proyecto de 4.000 dólares de presupuesto permite a los docentes introducir a sus alumnos en el mundo de la supercomputación y la computación distribuida sin necesidad de grandes inversiones (porque, además, han publicado todas las instrucciones necesarias para llevar a cabo el proyecto).

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Raspberry Pi más allá de las aulas

En muy poco tiempo, Raspberry Pi ha traspasado las fronteras de las aulas y se ha convertido en uno de los máximos exponentes del hardware libre, junto a Arduino, y en la base de muchos proyectos de aficionados, entusiastas y desarrolladores de todo el mundo, alimentando ese «espíritu hacker» que ha permitido que se vendan más de un millón de unidades y que, el pasado verano, se produjese una rotura de stock por la alta demanda.

Raspberry Pi puede ser una plataforma de desarrollo, un ordenador personal sobre el que programar, un media center que podemos conectar a la televisión de nuestra casa o la base sobre la que construir un sistema de almacenamiento en red para compartir archivos entre los distintos equipos que tengamos en nuestra casa.

Debido a la popularidad del proyecto, la Fundación Raspberry Pi lanzó a mediados de diciembre la Pi Store, una «tienda de aplicaciones» para Raspberry Pi en la que podemos encontrar la suite ofimática LibreOffice, algunos juegos, un cliente para Spotify, algunas aplicaciones de pago e, incluso, Asterisk para convertir este pequeño ordenador en una pequeña centralita de telefonía IP.

Raspberry Pi es un proyecto con muchísimo potencial que puede contribuir enormemente a desarrollar habilidades tecnológicas en las nuevas generaciones de nativos digitales y a democratizar el acceso a los ordenadores en las escuelas de todo el mundo.

Imágenes: Universidad de Southampton y Raspberry Pi

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