Los refranes esconden mucha sabiduría y uno que muchos conocemos y que nuestros padres lo repetían con motivo y sin él era: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. No se sabe con precisión de dónde surge este dicho pero ya aparece en la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes (1615).
Este refrán popular encierra una valiosa lección sobre la influencia de nuestras amistades, ya sea para nuestro bien o nuestro mal. Todos hemos experimentado cómo la presencia de personas alegres y positivas puede elevarnos y hacer que la vida sea más sencilla, tanto para nosotros como para nuestros hijos.
Quiero abordar un tema que quizás nunca hayas considerado: basándonos en el famoso dicho, podríamos reformularlo como «Dime qué ves y te diré en quién te puedes convertir». Hablemos de la influencia que está teniendo el contenido audiovisual en nuestros hijos y contemplemos algunas pautas que podemos establecer desde hoy mismo con motivo del Día Mundial de la Televisión para hacer un uso responsable.
¿Qué influencia tienen los contenidos audiovisuales en nuestros hijos?
Las series y la música de hoy en día ejercen una influencia significativa en nosotros y en nuestros hijos. El tiempo que dedicamos a consumirlas puede sumar muchas horas, e incluso días. Cuando imparto sesiones a adolescentes, disfrutan de una herramienta llamada «tiii.me» que les permite registrar las series que han visto recientemente y calcular cuántas horas han invertido en ellas. ¡Es sorprendente!
Algunos de ellos han pasado diez días enteros viendo series de televisión. Esto representa un tiempo considerable que, cuando se utiliza para consumir contenido de calidad, puede enriquecer a las personas y brindarles momentos agradables. Sin embargo, si se emplea de manera contraproducente, puede perjudicar y empañar nuestra percepción.
Basta con preguntar a nuestros hijos por las series, cantantes, películas e influencers que suelen ver y escuchar sus amigos -y que muy posiblemente vean ellos mismos- para darte cuenta que, mucho de éstas tiene contenido no apropiado para adolescentes ni para nosotros que somos adultos, a pesar de que están dirigidas a ese público.
«El mayor peligro es que un niño o adolescente asuma como normales comportamientos o situaciones que no lo son».
Amalia Gordóvil, doctora en psicología y profesora de la Universidad Oberta de Cataluña
Violencia gratuita, ideologías, lenguaje vulgar, escenas de sexo y la idea subyacente de que cualquier fin justifica los medios son elementos que se encuentran en la mayoría de las series dirigidas a adolescentes. Es complicado encontrar una «serie limpia» en este sentido. Como se dice en Galicia sobre las brujas, «Haberlas, haylas». Pero, ¿es deseable consumir solo series o películas sin contenido inadecuado?
Entiéndeme bien, lo que afecta a un niño también puede afectar a un adulto. Sin embargo, lo verdaderamente importante en la educación es enseñar a nuestros hijos a discernir lo que es apropiado y lo que deben evitar. Aquí es donde entra en juego tu papel como padre, madre o educador.
¿Cómo educar a los adolescentes en el terreno audiovisual?
Deberíamos concluir la lectura de este artículo con el deseo de que los más jóvenes de la familia desarrollen un criterio propio y se conviertan en individuos con libertad y autonomía, capaces de comprender el motivo de sus elecciones. Para ello, te propongo dos acciones que puedes poner en práctica a partir de hoy mismo:
- Selecciona cuidadosamente lo que verás en tu hogar. No todas las series son adecuadas para tus hijos. Al igual que te esfuerzas por proporcionarles una buena alimentación, dedica tiempo a elegir la próxima serie o películas que veréis. Puedes consultar la guía parental de IMDB o webs como Icmedia, Filasiete, Common Sense Media o Contraste.
- Transmitir a tus hijos una conciencia crítica. Tenemos que volver a poner de moda los espacios de conversación tradicionales como las sobremesas o los paseos en familia para tratar temas y hacer pensar a nuestros hijos. “Mira ésto”, ¿tú qué piensas sobre este tema? ¿te has enterado de esta noticia? En definitiva, no sumarnos a la ideología dominante. Que entiendan la realidad. O disciernes o serán arrastrados hacia ideas perniciosas para sus vidas.
Tienes una poderosa herramienta para educar a tus hijos de manera efectiva. ¡Aprovéchala! Disfruta de las buenas series y entabla conversaciones significativas con los miembros más pequeños y mayores de tu familia.
Fomentar un pensamiento crítico
Concluyo con una frase que decía Chesterton hace setenta años: “Una familia fuerte es como un estado independiente”. Quizá, si estuviera G.K. Chesterton vivo, no diría con tanta facilidad esta misma idea. La realidad en este siglo XXI es más compleja con la llegada a nuestros hogares de las pantallas y un contenido de entretenimiento inabarcable. Es por eso que nos queda, la esperanza de luchar por ser unos padres que ayuden a sus hijos a adquirir un pensamiento propio para que decidan en sus vidas con libertad.
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