El continente perdido que se esconde debajo de Europa

El sur de Europa tiene bajo sus pies un antiguo continente hundido hace unos 250 millones de años. Y no se ha descubierto hasta ahora.

Un equipo de geólogos de las universidades de Utrecht, Oslo y el Instituto de Geofísica han reconstruido el mapa de lo que fue este continente perdido. Los restos visibles del continente se corresponderían con Gran Adria, las rocas calizas que se pueden encontrar en el sur de Europa.

Estas rocas comenzaron existiendo como sedimentos marinos, y más tarde fueron elevadas a sus posiciones actuales debido a las colisiones de las placas tectónicas. Este es el motivo de que la forma original del continente haya sido tan difícil de reconstruir. Por lo que se ha podido descubrir, gran parte del continente fue el suelo marino de antiguos mares tropicales poco profundos, según el estudio publicado en Gondwana Research

Gran Adria se separó del sur del supercontinente Gondwana, la actual África, América del Sur, Australia, la Antártida, el subcontinente indio y la Península Arábiga, hace 240 millones de años. Una vez se constituyó como un continente separado, comenzó a viajar hacia el norte.

Se estima que tenía un tamaño similar al de Groenlandia hace unos 140 millones de años, hasta que colisionó con Europa, unos 30 millones de años después. La colisión provocó que Gran Adria se hiciera añicos.

Pangea
*Pangea*

Los restos de Gran Adria se perdieron bajo Europa y solo la pequeña parte visible de las rocas calizas de Gran Adria consiguieron quedarse en la superficie.

¿Por qué desapareció?

El motivo de la destrucción del continente fue que, al avanzar hacia el norte, giraba en sentido antihorario, lo que empujaba y raspaba las placas tectónicas que se encontraba a su paso. Al llegar a la zona donde estaba Europa, comenzó a colisionar a una velocidad de 3 o 4 centímetros por año, destrozando los 100 kilómetros de espesor de la corteza de Gran Adria.

Se estima que algunos de los restos del antiguo continente se encuentran a más de 1.500 kilómetros de profundidad en el manto terrestre.

Los geólogos afirman que la región del Mediterráneo es un desastre geológicamente hablando, todo está roto, doblado y apilado. Lo que ha hecho que se necesiten 10 años recolectando información sobre las edades de las muestras de roca de las montañas europeas y los campos magnéticos atrapados en ella. Gracias a este esfuerzo, consiguieron saber cuándo y dónde se habían formado las rocas.

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