Reconocimiento facial, el nuevo elemento de control de los bancos chinos

La empresa china Ping An Technology ha desarrollado un sistema de control basado en el reconocimiento facial que ya se ha comenzado a usar en varios bancos del país.

El sistema de control chino, en todos los ámbitos, es uno de los más altos de todo el mundo. Un país con una gran cantidad de elementos aseguradores, que asienta al gigante asiático como una potencia en materia de defensa e invulnerabilidad.

Las medidas adoptadas por la nación asiática sobre la identificación de sus ciudadanos a través de reconocimiento facial han saltado a la palestras en varias ocasiones.

Más allá de las opiniones que han podido generar esta clase de preceptos, acciones extravagantes o espionaje masivo, la cuestión es que desde las instituciones chinas se ha ido tejiendo una red muy amplia de vigilancia, que ha ido desde reconocimiento biométrico en el metro, hasta un sistema de crédito social similar a un un carné de civismo.

control
Banco Ping An

Los bancos chinos, nueva vanguardia de la seguridad facial

Bajo el pretexto de luchar contra el fraude, varios bancos chinos como Merchants Bank, CITIC Bank, Bank of Jiangsu o Ping An Bank han comenzado a usar el reconocimiento facial como medida preventiva ante cualquier posible amenaza financiera por parte de sus clientes.

Pese a que dichos bancos no usan este mecanismo para decidir si prestan o no el dinero, en caso de detectarse en los usuarios algo sospechoso según sus expresiones y movimientos faciales, éstos quedarían marcados para una posterior investigación por parte de la entidad.

Este sistema ha sido puesto en marcha y desarrollado por la empresa Ping An Technology y promete una fiabilidad del 99,8%. Dicho sistema es capaz de detectar pequeñas expresiones en el rostro humano y mediante inteligencia artificial identificar a posibles defraudadores.

Desde la compañía aseguran que el reconocimiento facial ayudará a reducir las pérdidas de los bancos en un 60%. Aún con todos los datos encima de la mesa, tendremos que estar a la espera de su funcionamiento, sobre todo en occidente, puesto que el recelo existente frente a cualquier tipo de vigilancia externa es mucho mayor que en el gigante asiático.

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