Consejos para que los cables de tus cargadores y aparatos sigan siendo seguros y duren más

Aunque estamos ya acostumbrados a disfrutar de las bondades del WiFi y de la cobertura móvil, en especial si tienes acceso al 5G, todavía seguimos usando cables en muchas situaciones. Principalmente para cargar todos esos aparatos que funcionan con batería. Y para alimentar el televisor o el propio router. Y aunque parecen eternos, conviene que cuidemos de los cables de cargadores y demás dispositivos.

Hay quien los pisa, los dobla de mil maneras, los enrolla como si no hubiera un mañana o aplica sus nociones de cabuyería, el noble arte de hacer nudos. El caso es que los cables tienen una duración limitada y su vida útil puede verse reducida si no hacemos un uso mínimamente responsable. No se trata ahora de poner la casa patas arriba. Simplemente de revisar ciertos hábitos o manías que repetimos y que hace que nuestros cables reciban un maltrato sin darnos cuenta.

En realidad, hoy en día la mayoría de cables están pensados para aguantar casi todo. De afuera hacia dentro, los cables de cargadores y demás aparatos están fabricados con distintas capas. La más externa, la cubierta exterior protectora de plástico. En algunos casos, hay una protección metálica interior para que el cable sufra menos. Más adentro está el aislamiento del cable que separa la parte central del mismo, la más importante. Y, finalmente, el interior del cable, normalmente de cobre, que es el que conduce la electricidad.

Los cables de cargadores y otros aparatos no deben estar tirantes ni muy sueltos

Qué hacer y qué no hacer al instalar un cable

Hay cables que usamos durante unos minutos, como los cargadores. O unas pocas horas. Y los hay que van a estar ahí durante meses o años. Sea cual sea su función y colocación, debemos tener en cuenta ciertos límites que tienen los cables para evitar accidentes o sorpresas. Para empezar, y aunque parezca obvio, debemos asegurarnos de que el cable está en perfectas condiciones. Es decir, que cada capa sigue separada del resto. Hay que evitar agujeros, roturas y otros desperfectos.

A partir de ahí, debemos tener en cuenta que el cable no esté tirante o demasiado tenso cuando lo instalemos. Tampoco debería estar excesivamente doblado. Solo hay que fijarse en cómo estaban doblados cuando los compraste. Los cables tienen un radio de curvatura que puede ser entre 6 y 12 veces el diámetro del cable en función del tipo de cable. Es decir, que pueden haber curvas en los cables pero llegar a doblarlo por completo. En especial en cables tan delicados como el cable de fibra óptica que va conectado a tu router.  

También se recomienda no colocar los cables cerca de fuentes de calor, como radiadores o estufas. Y, por descontado, debemos evitar pisar los cables de cargadores y fuentes de alimentación. Y si hay niños o mascotas en casa, mantenerlos lo más alejados posibles para evitar mordiscos, arañazos o tirones. Tampoco conviene colocar muebles u objetos encima de los cables. Al aplastarlos perjudicarás su rendimiento.

Finalmente, por motivos prácticos más que por el mantenimiento del cable, hay que evitar enredar los cables entre sí o consigo mismos. Si tienes que cambiar algún cable te será más complicado encontrarlo y separarlo del resto. Y si se producen nudos accidentalmente, pueden doblarse y dañarse al intentar deshacer esos nudos.

Hay muchas maneras de organizar los cables de los cargadores

Cómo organizar los cables de cargadores y otros dispositivos

Ya hemos hablado de cables que usamos a diario y que movemos de aquí para allá y, especialmente, de aquellos que instalamos y mantenemos fijos en un lugar concreto. Para ambos casos, podemos ayudarnos de elementos externos para facilitar su organización y mantener el orden. Por ejemplo, podemos emplear regletas para ocultar los cables, bridas o cinta de carrocero para mantenerlos enrollados sin necesidad de forzar un nudo… Incluso es posible encontrar cajas especiales y económicas que ocultan los cables a buen resguardo, en especial cuando son más largos de lo que necesitamos. 

Por lo demás, para guardar los cables de cargadores y otros dispositivos temporalmente hay también varias soluciones. Por descontado, es posible colocarlos de manera aleatoria en un cajón, unos encima de otros. Pero si quieres poner algo de orden, tienes la posibilidad de meter los cables en bolsas de plástico. Es más. En ocasiones vienen de serie con bolsas que incorporan cierre. Aunque se pueden adquirir por separado. 

Por último, la manera correcta de enrollar un cable implica hacer un círculo y que el cable no esté excesivamente tenso. Para evitar que se desenrolle, podemos ayudarnos de bridas de plástico, pinzas u otros elementos diseñados para tal fin.

Otro buen consejo para no romper tus cables consiste en desconectarlos por la cabeza. Tirar del cable nunca es buena idea. Tarde o temprano la cabeza se separará del cable y se dañará o dejará de funcionar.

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