Cuando decimos que Internet conecta el mundo, no solo hablamos del ámbito virtual. Literalmente, el mundo está conectado mediante gigantescos cables de fibra óptica. Cables submarinos que enlazan países, territorios y continentes enteros. Cables transoceánicos que unen lugares a kilómetros de distancia para que sean posibles las telecomunicaciones tan necesarias para acceder a servicios como la telefonía e Internet.
Con un centro de fibra óptica, los cables submarinos están envueltos en varias capas para protegerlos de las inclemencias térmicas y climatológicas o de posibles animales marinos. Plástico, cobre, aluminio, acero y polietileno son algunas de esas capas que deben proteger el envío de millones de paquetes de datos que viajan por tierra y mar a gran velocidad.
El primer cable submarino se instaló en los años 50 del siglo XIX para hacer posible la telegrafía intercontinental. Desde entonces, muchos más cables submarinos se han instalado por parte de empresas de telecomunicaciones unidas en consorcios. Y en los últimos años, gigantes de Internet como Microsoft o Google han invertido en la construcción y colocación de cables submarinos para mejorar la calidad de sus respectivos servicios online. El objetivo, hacer de Internet un espacio de libre circulación de información a la mayor velocidad posible sin importar las distancias físicas.
Los cables submarinos que conectan Europa con América
Hay varios mapas que podemos utilizar de referencia para saber cómo están conectados los continentes mediante cables transoceánicos. Uno de los más conocidos es Submarine Cable Map. Muestra los cables diferenciados por colores, una lista de ellos y facilita la búsqueda por nombre del cable, país, año de instalación, etc.
Un vistazo al océano atlántico nos muestra la gran cantidad de cables submarinos que lo cruzan de lado a lado. La mayor concentración de cables del Atlántico conecta Estados Unidos con Europa vía Portugal, España, Francia, Irlanda y Reino Unido. Además, hay una gran cantidad de cables que van de norte a sur, y viceversa, conectando los diferentes países de las costas atlánticas de África, por un lado, y de Centroamérica y Sudamérica, por el otro.
Dunant, por ejemplo, es un cable de más de 6.000 kilómetros de largo que une Francia con Estados Unidos y es propiedad de Google. Se inauguró en enero de este año. Otros son más veteranos, como EXA North and South, que empezaron a enviar y recibir datos en abril de 2001. Más de 12.200 kilómetros unen Estados Unidos con Canadá y de ahí Irlanda y Reino a través de dos cables por separado. Pero más antiguo es el cable transoceánico conocido como Atlantic Crossing-1 (AC-1). Disponible desde mayo de 1998, sus más de 14.000 kilómetros de cableado une Estados Unidos con Reino Unido, Alemania y Países Bajos empleando dos cables que bordean Reino Unido por el norte y por el sur. Así hasta casi 20 cables transatlánticos unen Europa con Estados Unidos y Canadá en la actualidad.
Los cables que conectan el Norte con el Sur
Volviendo a los mapas de cables submarinos, si ampliamos el mapa para ver cada país, es curioso ver cómo están conectados prácticamente todos los países con acceso a la costa. En el continente americano, por ejemplo, vemos que México cuenta con conexión con Estados Unidos, Costa Rica y Panamá a través del cable Pan-American Crossing (PAC) de 10.000 kilómetros de longitud. Eso en el Pacífico. Y en el Atlántico, desde Cancún parten hasta tres cables que unen México con Estados Unidos y con otros países como Brasil, Colombia, Honduras, Nicaragua o Panamá. Y en el futuro están planeados otros tres cables submarinos más.
Chile es otro gran ejemplo de cómo funcionan los cables submarinos. Sus cables Fibra Óptica Austral (2.800 kilómetros) y Prat (3.500 kilómetros) conectan Chile entre sí. Dada su orografía, resulta más práctico emplear cables submarinos que conectan norte y sur y viceversa. Y desde Valparaíso, varios cables conectan Chile con Estados Unidos, Panamá, Colombia, Perú, Guatemala o Ecuador.
Por su parte, Argentina cuenta con varios cables transoceánicos que convergen en Las Toninas. Esos cables conectan este país con su vecino Uruguay pero también con Brasil, México o Estados. Como curiosidad, el cable Atlantis-2, inaugurado en febrero de 2000, conecta Argentina y Brasil con Europa a través de España y Portugal. Y uno de los más recientes, EllaLink (junio de 2021), une Brasil con Portugal.
Los cables submarinos que conectan España con el mundo
España tampoco se queda atrás en sus conexiones submarinas con sus países vecinos y con otros continentes. Sus puntos de unión, donde convergen varios cables, son Bilbao, Barcelona, Valencia y varias localidades andaluzas, como Chipiona, Rota y Conil, que, además, sirven para conectar cables submarinos entre la península y las Islas Canarias. Por su parte, Mallorca está conectada con Barcelona y Valencia pero también con el país vecino de Algeria.
De los cables submarinos ya en funcionamiento destaca MAREA (mayo de 2018), que une España con Estados Unidos gracias a un consorcio que incluye Facebook, Microsoft y Telxius. Esta última, fundada en 2016, es propiedad de Telefónica y gestiona 94.000 kilómetros de cables submarinos que conectan 93 puntos y 23 países.
Uno de los cables submarinos más extensos que parten de España es el conocido con los acrónimos SAT-3/WASC. Con 14.350 kilómetros de longitud, une España y Portugal con la costa africana atlántica. Diez países conectados gracias a un consorcio de más de 30 empresas de telecomunicaciones que operan en la zona.
Para el futuro. En la primera mitad de 2022 se tiene que inaugurar el cable submarino Grace Hopper, propiedad de Google, que une España, Reino Unido y Estados Unidos con sus más de 7.000 kilómetros de longitud. Otro proyecto ambicioso de futuro es el cable 2Africa, que se inaugurará a partir de 2023. Cuenta con más de 45.000 kilómetros de longitud y pretende unir España, Francia, Italia, Portugal y Reino Unido con la práctica totalidad de países africanos con costa y con otros países más alejados como India, Pakistán o Arabia Saudí.
Curiosamente, si nos fijamos en los cables submarinos que conectan el mundo entre sí, hay muchas semejanzas con las rutas marítimas que se llevan produciendo entre países y continentes desde hace siglos. En definitiva, se trata de unir empresas, negocios, conocimientos, ideas y millones de personas que utilizan Internet para infinidad de cosas. Y es que lo que consideramos un espacio virtual como es Internet está formado de elementos físicos. Miles de kilómetros de cables transoceánicos que nos ayudan a acercar todos los rincones del planeta. Encontrarás más información en Submarine Cable Map.