Los avances en biología molecular e ingeniería genética inauguran una nueva era en la anticipación de enfermedades a partir del análisis pormenorizado del genoma humano.
Los recientes avances en biología molecular e ingeniería genética inauguran una nueva era en el campo de la medicina, que según el profesor de genética de la Escuela de Medicina de Harvard, George Church, revolucionarán los protocolos de prevención de enfermedades. Estas técnicas de detección de futuros desórdenes a partir del análisis pormenorizado del genoma humano de un paciente es lo que se conoce como genética preventiva.
El objetivo de la genética preventiva es anticiparse al desarrollo de futuras enfermedades médicas con el fin de actuar sobre ellas con cierto margen de antelación, en lugar de responder con los protocolos de la medicina ordinaria, es decir, una vez desarrollada la dolencia.
Esto es posible gracias al descubrimiento de más de 2.600 genes responsables del origen de la gran mayoría de enfermedades que afectan al cuerpo humano. Pues bien, conocidos estos marcadores predictivos de futuros desarreglos, sólo queda extrapolar esta información para ver en qué medida se pueden alterar nuestros componentes genéticos y ambientales con el fin de erradicar el futuro desarrollo de enfermedades mortales.
Este cambio de paradigma en las técnicas de prevención y diagnosis converge hacia otros campos como el de la ciencia de la información. Es decir, de la misma forma que la tecnología móvil y los sistemas de geolocalización GPS han transformado profundamente la movilidad urbana, se trataría de anticiparse y corregir el desarrollo de futuras enfermedades a partir de las modificaciones de los componentes genéticos –las células humanas adultas– y de los componentes ambientales, como la calidad del aire de las ciudades, la alimentación o las actividades humanas. Una forma diferente de plantear las técnicas de prevención.
En este sentido, los expertos en genética preventiva están profundamente convencidos de que el uso de tecnologías de gestión y análisis de información de nuestro entorno, como Big Data, sobre todo en el caso de los componentes ambientales, tendrán un impacto positivo en la erradicación de enfermedades relacionadas con la calidad ambiental y el impacto del entorno sobre los seres humanos. De hecho, explican que de la misma forma que los seres humanos han sufrido cambios a lo largo de la historia en aquellos aspectos relacionados con su entorno y las actividades humanas, es hora de replantear el campo de la medicina para compensar esos cambios y adaptarse a esta nueva situación.
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