Antes que el iPad, o cualquier tablet que conozcamos, nació el Dynabook, la visión de Alan Kay hace más de 40 años con la que quería llevar la computación a niños de todas las edades.
En el año 2001 el entonces Director Ejecutivo de Microsoft, Bill Gates, presentaba la Microsoft Tablet PC, lo que supondría la primera generación de tablets comerciales que de cierta manera querían revolucionar el mercado con este nuevo tipo de dispositivo informático móvil, pero la apuesta fue errada; no era práctica ni versátil, por ello se le atribuye el título de la primera verdadera tablet, al iPad de Apple, que llegaría unos ocho años más tarde.
Pero el error de muchos es el de afirmar que el iPad nació inspirada en la Tablet PC de Microsoft. No, tanto una como la otra, nacieron gracias a las ideas, o mejor dicho, la visión de uno de los hombres más importantes en cuanto al diseño de interfaces gráficas de usuarios en la computación, Alan Kay.
En el año 1972, mientras trabajaba para el gigante Xerox, Alan Kay publicó su artículo más conocido e importante, en el que desde entonces ha basado todas sus ideas y visiones. En «Un computador personal para niños de todas las edades» Kay demostraba su visión de llevar la computación a todos los niños del mundo; y el Dynabook era la herramienta que, en teoría, se lo permitiría.
El Dynabook fue el primer verdadero ordenador personal, portátil y versátil, aunque lamentablemente nunca ha dejado de ser nada más que un concepto, pero uno tan importante que marcó las pautas para lo que hoy en día conocemos como ordenador personal y tablet.
Según Kay, un verdadero Dynabook debe contar con algunas características y ofrecer algunas posibilidades para poder, realmente, merecer ese nombre. Por ejemplo, un Dynabook debe permitir la edición y almacenamiento de textos, debe permitir a su dueño expresarse a través de dibujos, animaciones o componer música; debe ofrecer al usuario la posibilidad de leer incontables libros y cartas, e incluso, debe ser capaz de reproducir varias horas de archivos de música o audio, y servir como medio de comunicación.
¿Acaso no es esto lo que hoy en día conocemos como ordenador portátil o, siendo más específico, como tablet? Sí, cualquier iPad, tablet Android, Surface o diferente modelo, cuenta con estas características, cuatro décadas más tarde, y por ello el mismo Alan Kay ha llamado tanto a la Microsoft Tablet PC como al iPad «los primeros dispositivos de tipo Dynabook que son lo suficientemente buenos como para criticarlos».
El Dynabook de Alan Kay debía ofrecer al usuario todas las posibilidades de un libro, pero sin sus limitaciones.
Este dispositivo tan ambicioso nunca llegó a ser una realidad como producto comercial, mucho menos tomando en cuenta todo lo que su creador quería que pudiese hacer, y que su precio no excediera los 500 dólares, una cifra considerable para la fecha, pero aún así algo bajo para lo que su tecnología suponía en el año 1972.
Hoy en día existe un sinfín de ordenadores portátiles, existe el iPad y un enorme número de tablets en el mercado, pero para Alan Kay, aunque ya contamos con la tecnología necesaria para dar vida a un Dynabook real, aún no existe uno que cumpla con sus requerimientos, uno con el software y el plan ideal, que lleve verdaderamente un ordenador a cada niño.
Alan Kay actualmente es parte del programa One Laptop Per Child, por lo que la ambición del creador de la primera verdadera tablet sigue más viva que nunca.
