El canon sueco y la apuesta por la TV vía internet

El pasado martes, el CEO de la televisión estatal Sueca Eva Hamilton publicó un controvertido artículo de opinión en el periódico Dagens Nyheter (DN), donde anunciaba el cobro de un canon para todos aquellos usuarios de dispositivos como ordenadores y tablets, que acceden de forma habitual a los contenidos vía web de la cadena estatal Sveriges Televisión SVT. Según recuerda Hamilton, esta medida está recogida en una ley vigente desde el año 2006, a la que ya se han acogido canales privados como TV4, disponiendo de todos sus contenidos a través de su web.

Cabe señalar que el gobierno sueco establece, por ley, el pago obligatorio de una cuota anual de 2.076 coronas al servicio público de radiodifusión sueco, a todas aquellas personas que dispongan de un receptor de televisión. Pero según confirmó un representante de la cadena estatal sueca, el canon sólo afectará a los usuarios de dispositivos como ordenadores, tablets o iPads que no dispongan de dicho receptor y que, por tanto, acceden a sus contenidos de forma gratuita a través de la red.

Pero, a pesar del revuelo levantado por el anuncio de la medida, su efecto real será prácticamente insignificante, ya que se estima que el 97 por ciento de los suecos disponen de receptor de televisión y pagan la cuota anual al ente público por los servicios de radiodifusión.

En su página web, la cadena establece la relación de dispositivos desde los que se podrá tener acceso a programas, noticias y contenido exclusivo, previo pago de dicho canon. Y aunque en la lista se incluye la gran mayoría de dispositivos con acceso a internet como PCs o tablets, no se dice nada respecto de los smartphones, que momentáneamente quedan exentos del canon.

Sin embargo, mientras Suecia grava el acceso exclusivo a contenidos de televisión vía internet, un informe encargado por la Cámara de los Lores insta al gobierno británico a liberar espectro radioeléctrico para desarrollar servicios móviles más rápidos, exigiendo el traslado de los contenidos de los canales de televisión británicos a internet. Dicho informe titulado “Broadband for all – an alternative vision“ pone sobre la mesa la competitividad entre naciones por la infraestructura de comunicaciones bidireccionales y la necesidad de priorizar el espectro radioeléctrico disponible para usos más relevantes.

Por tanto, el fin de las comunicaciones unidireccionales de la televisión convencional a través de ondas terrestres, basadas en tecnología analógica o digital, abre una vía hacia la posible transformación del sector y su adaptación a la difusión de contenidos a través de la red. Sin embargo, esta nueva postura conlleva un cambio profundo en el planteamiento del modelo de gestión de la infraestructura de la red de banda ancha británica para garantizar el acceso generalizado de la población a los futuros contenidos vía internet.

Todo indica que el Reino Unido está empezando a valorar la importancia de la red como factor de competitividad nacional, y más teniendo en cuenta el desarrollo de los servicios en el país y su creciente contribución al producto interior bruto.

En esa apuesta por la mejora de las infraestructuras de la red de alta velocidad, el ejemplo de China es bastante significativo. Como ya explicamos en un artículo reciente, China aprobó recientemente un decreto ley pionero para que todos los nuevos residentes cercanos a una red de fibra óptica tengan acceso a la misma. Una ley ambiciosa que se enmarcada dentro del plan estratégico nacional para ampliar la red FTTH a 100 millones de hogares y 40 millones de usuarios para 2015.

En cualquier caso, ya sea de forma gratuita o mediante el pago de un canon, lo relevante del asunto es el nuevo reto que supone para los medios de comunicación y compañías del sector, la adaptación a los nuevos formatos digitales y la apuesta por la retransmisión generalizada de sus contenidos a través de internet.

Imágenes | vía morguefile

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