El informe European E-commerce Report señala que la población española considera que una buena experiencia de compra desde su smartphone es la parte más importante del comercio electrónico.
La transformación digital cada vez está más presente en nuestro día a día. Los sectores que incorporan el 2.0 están creciendo progresivamente y tienen más aceptación entre las personas consumidoras. Es el caso del sector del comercio que, según el informe de European E-commerce Report, se inclina por la utilización del E-commerce.
A pesar de que actualmente la población europea esté envejeciendo, y de que el desempleo esté en auge debido a la crisis económica, esta tendencia está creciendo significativamente en Europa, ya que en 2016 aumentó en un 15% hasta 530.000 millones de euros, y se prevé que para 2017 aumente un 14% más, alcanzando los 602.000 millones. Estos datos se pueden interpretar como una señal de que este modelo pretende convertirse en el futuro del comercio.
En este contexto, tiene especial importancia el uso de Internet en territorio europeo que, según Eurostat, está incrementando con rapidez. Tanto es así que a día de hoy la media de acceso a Internet en nuestro continente es del 77%. Esta predisposición por parte de los compradores, ha provocado que en los últimos siete años haya aumentado en un 10% el número de compañías que venden online.
Un claro ejemplo de la importancia de los E-commerce en Europa es Amazon. El gigante americano encabeza la lista en cuanto a volumen de ventas en el mercado occidental. Con un ingreso de 38,5 billones de euros en 2016, se encuentra muy por encima de Zalando, que, con un ingreso de 2,3 billones, ocupa el segundo puesto.
Los retos del comercio electrónico
Dentro del viejo continente, el mercado más amplio para el E-commerce es el oeste de Europa con un 53,19, destacando especialmente Reino Unido, que es donde más se consume mediante este tipo de negocio con un 87%. Por el contrario, la parte de Europa del Este no da prioridad a este modelo de negocio, encontrándose aquí las cifras más bajas de consumo, como sucede, por ejemplo, con Rumanía, que, con un 18%, es el país que menos utiliza este servicio.
Otro factor que afecta contundentemente al comercio 2.0 es el rango de edad de quienes lo utilizan. Las nuevas generaciones son las que más consumen E-commerce, ya que el rango de edad comprendido entre los 16 y los 24 años es el que más hace uso de este servicio. Algo que resulta lógico, teniendo en cuenta que estas edades son las que delimitan a la Generación Z, la generación digital por excelencia. No obstante, en todos los rangos de edad se ha producido un importante aumento en los últimos cuatro años.
En este contexto, España se encuentra dentro de los 10 países que más usan el comercio electrónico y encabeza la lista de aquellos que pertenecen al sur de Europa con una media de 18.000 millones de euros. El 42% de la población hace uso de este servicio y los productos que más se compran a través de este modelo son los relacionados con la ropa.
A pesar de este importante crecimiento a nivel general, en Europa aún se prefiere comprar en comercios físicos. Para solventar esta indecisión, las empresas de comercio digital deben paliar los principales retos a los que se enfrenta la industria. Entre ellos está el tiempo de entrega, que normalmente es más largo del que se indica; los fallos técnicos; la entrega de productos incorrectos o dañados; o la precariedad en el servicio de atención al cliente.