Tecnología de 2015

El estado del mercado de los wearables en 2018

El mercado de los wearables sigue creciendo. Pero de entre los que venden mucho, sólo Apple logra conseguir grandes márgenes y vender a altos precios.

Hemos hablado de wearables en serio desde que dispositivos como la Nike Fuelband, los Fitbit y los primeros smartwatches hicieron aparición entre 2011 y 2013. A partir de ese momento, a la categoría se le ha tratado como a la fuente del «próximo gran hit después del smartphone». Por ello, entre 2014 y 2016, todas la marcas y fabricantes se lanzaron al mercado con su apuesta por Android Wear, plataforma con la que Google quería repetir el éxito en el móvil. Los resultados que ha dejado 2017 muestran que, más allá de dos o tres actores, no hay mercado.

Según IDC, el mercado creció un 7,7% en el último trimestre de 2017, y en el total del año se han vendido 10,3% más unidades, lo que en números absolutos supone 115,4 millones de dispositivos distribuidos por 104,6 millones del año anterior. Lo más relevante es, sin embargo, cómo se están intercambiando los papeles entre los actores.

En tan sólo un año, Apple ha crecido un 55,9% en unidades distribuidas, mientras que todos sus rivales, excepto Fossil, muy lejos en volumen, decrecen. Así, compañías históricas en el segmento, como Garmin y sobre todo Fitbit, no salen muy bien paradas, con la segunda perdiendo un 31,6% del mercado año tras año, lo que supone una reducción de más de 7 millones.

En este contexto, Apple se ha hecho con el liderazgo del mercado, y no solo en cuota, sino también en precio medio de venta, que es lo que más importa a la compañía de Cupertino. Pese a decrecer un 0,3% desde 2016, Xiaomi queda la segunda en cuota, pero los chinos venden prácticamente sin beneficios, ya que el secreto de su éxito son pulseras como la Xiaomi Mi Band 2, cuyo precio en España es de 25 euros, siendo en Internet inferior a 20.

Como ha ocurrido en el mercado de los smartphones, Apple se ha quedado con prácticamente todo el beneficio de la industria, con la diferencia de que aquí, grandes rivales como Samsung, LG o Huawei apenas venden en cantidades comparables, como en el caso de la compañía de los Galaxy; o directamente han dejado de presentar nuevos productos. La salida de este mercado de Qualcomm, el mayor fabricante de chips de este tipo de relojes, tampoco ayuda, pues estas marcas, exceptuando Samsung y Huawei, no tienen recursos para diseñar sus propios procesadores.

Por esto y otros factores, muchos analistas no hablan de mercado de wearables o smartwatches, sino de mercado de Apple Watch.

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