El éxito de la primera vuelta al mundo en moto con Telefónica Yamaha Globalrider

Hugo Scagnetti cumple con los objetivos solidarios y tecnológicos de su aventura, gracias a una pionera combinación de IoT, cloud computing y M2M, que ha permitido estudiar su comportamiento y el de la máquina, además de su seguimiento en remoto.

No hace mucho que os contamos en BlogThinkBig.com la historia de superación de Hugo Scagnetti. Hace unos meses, Hugo sufrió una necrosis avascular de cabeza de fémur. Una enfermedad que provoca mucho dolor, limitación de la movilidad y cojera. Ante esta situación, decidió centrarse en el lado positivo de la experiencia, vivirla como una nueva oportunidad e intentar ayudar a resolver el problema, sobre todo entre los más pequeños. Se prometió a sí mismo que si volvía a andar, daría la vuelta al mundo en moto para recaudar fondos destinados a la investigación científica en el campo de la medicina regenerativa para niños y jóvenes adultos con células madre. Según Hugo nos confesaba emocionado hace unas semanas, “si de algo ha servido pasar por esta enfermedad, ha sido para ver cuáles son los problemas reales que acarrea y darme cuenta de que los niños tienen muchas más dificultades para curarse. Por ello me he centrado en ayudarles”.

Pues bien, el proyecto Telefónica Yamaha Globalrider, que surgió el pasado 27 de mayo en la sede de Telefónica para dar la primera vuelta al mundo en 80 días en la primera ‘moto conectada’, ha concluido con éxito. Hugo Scagnetti ha hecho realidad su lema “avanzar es la única forma de regresar”, y ha llegado a Madrid, tras recorrer 37.000 kilómetros de 13 países diferentes de Europa, Asia y América.Hugo

Scagnetti termina la travesía con los objetivos cumplidos respecto a la vertiente solidaria de la recaudación de fondos para los trabajos de investigación del tratamiento de la necrosis avascular con células madre de los servicios de Hematología del Hospital Puerta de Hierro y de Traumatología del Hospital La Paz de Madrid. Eso sí, aunque haya acabado el viaje, aún podemos seguir haciendo aportaciones económicas a esta investigación a través de la web www.telefonicayamaha.globalrider.org. Y además, en cuanto a la vertiente tecnológica, Hugo ha tenido también la oportunidad de experimentar por primera vez innovadoras tecnologías aplicadas al mundo del motor y que serán de gran utilidad a esta industria.

La aventura de Hugo no solo se ha realizado en moto: ha cruzado en ferri el mar Adriático, el Caspio y el Mar de Japón; y en avión, los océanos Pacífico – de Seúl a San Francisco- y Atlántico -de Toronto a París-, transmitiendo en tiempo real desde la temperatura exterior o la presión de los neumáticos, hasta su estado anímico gracias a una pionera combinación de Tecnologías IoT, cloud y M2M que ha permitido estudiar su comportamiento y el de la máquina, además de hacer su seguimiento en remoto.

Pero a pesar de toda la tecnología, a lo largo del viaje se crearon momentos críticos en los que el piloto tuvo que tomar decisiones como la de rectificar la ruta establecida para evitar zonas de conflicto. Por ejemplo, al salir de Estambul camino a La Capadocia, decidió bordear el Mar Negro, pues se acababa de producir un atentado en la capital turca, y quiso evitar algunas ciudades de la planificación inicial por precaución. Asimismo, también rectificó la ruta en Estados Unidos, donde finalmente se dirigió por el norte del país hasta Canadá para agilizar el cruce del Atlántico bajo un programa especial llamado “flightwithyourbike”, por el que pudo hacer el trayecto en menos de 10 horas y seguir rodando en Francia a la mañana siguiente para llegar a Bretaña para encontrarse con su familia.

Papel protagonista de la tecnología

La tecnología de Telefónica incluida en la moto ha sido fundamental en este viaje. Tanto el piloto como el vehículo han llevado instalados tecnología «máquina a máquina» (m2m) e «Internet de las Cosas» (IoT), que hacían posible generar y recoger información relativa a la geolocalización, aceleración, gases, temperatura, presión de ruedas, inclinación, probables caídas y hasta el estado físico y anímico de Hugo en tiempo real para que un equipo de personas le controlara y asistiera en remoto, garantizando en lo posible su seguridad. Hugo ha contado con un botón que le ha mantenido conectado en todo momento y que ha demostrado en distintas situaciones de riesgo que funciona, no solo porque él podía pulsarlo en caso de necesidad, sino porque el propio sistema detectaba por telemetría situaciones anormales, como las dos caídas de la moto.

La profesionalidad del motorista y la precisión del vehículo han permitido que a pesar de la cantidad de kilómetros recorridos solo se hayan producido dos incidentes con dos revisiones técnicas en Estambul y en San Francisco.

La iniciativa Yamaha Globalrider ha sido posible gracias al patrocinio de Telefónica y Yamaha y al apoyo de partners como Beesion, Cisco, Intel, Mapfre, Rukka, Sandisk, SW-Motech, Symantec o Telnet Ri; y la colaboración de Acens, Asus, CartoDB, Dynamic Line, Garmin; Iberia, LastLap, Michelin, Parrot, Pegatin, Pléyade, Redverz, SociographNeuromarketing, Thethings.iO.

La aventura continúa

El siguiente paso de esta aventura es la producción de una serie documental para Movistar+ , que destacará el valor del contacto con otros pueblos y culturas a través de la historia, la música, las vivencias personales y el uso de la tecnología. Los derechos de distribución de este documental irán a parar directamente al equipo de investigación del Servicio de Hematología del Hospital Puerta de Hierro, y al Servicio de Traumatología del Hospital La Paz de Madrid, que trabajan conjuntamente en el tratamiento de la necrosis avascular con células madre. ¡Enhorabuena Hugo!

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