Dos investigadores españoles del [MIT](http://www.mit.edu/), Xavier Puig y Antonio Torralba, han llevado a cabo un proyecto a través del cual enseñan a robots tareas cotidianas. ¿Cómo lo hacen? Utilizando el estilo de *Los Sims* para encontrar la mejor forma de enseñar a los robots a que nos ayuden en nuestra rutina.
Todo comenzó cuando los investigadores se preguntaron cómo podían enseñar a la inteligencia artificial a desempeñar tareas comunes. En primer lugar, probaron a hacerlo a partir de vídeos. Aunque pronto se dieron cuenta de que encontrar imágenes en las que se mostrara paso a paso cómo hacerse un café, por ejemplo, era bastante complicado.
Así, se pusieron manos a la obra y empezaron a trabajar en VirtualHome, un entorno de simulación a través del que los algoritmos podían aprender a realizar actividades diarias. Algo tan sencillo como rellenar un vaso de agua puede ser un proceso arduo para un humanoide: “Una dificultad para la inteligencia artificial a la hora de realizar tareas domésticas es el hecho de que estas normalmente incluyen subtareas que nosotros damos por sentadas”, explicaba a los medios Xavier Puig, uno de los creadores.
El principal objetivo de la idea era que un robot consiguiera entender cómo se lleva a cabo una tarea cotidiana y poder replicar el proceso de forma automática. “Si tenemos que explicar cómo hacer un café, podemos decir que hay que usar leche, pero damos por entendido que para eso hay que abrir la nevera, coger el cartón de leche y llevarlo junto a la cafetera; un sistema de inteligencia artificial no tiene ese sentido común”, confirmaban ambos investigadores.
El proceso fue lento, para lanzar VirtualHome necesitaron entrenar a los agentes virtuales con más de 3.000 descripciones completas de actividades ordinarias. Todas ellas dirigidas paso a paso. Es decir, tuvieron que ir introduciendo en la herramienta una a una las explicaciones de cómo se hacen las tareas cotidianas.
”Cada descripción es como un programa que detalla los pasos a seguir”
El resultado de todo este trabajo fue un escenario formado por una sala de estar, una cocina, un comedor, un dormitorio y un despacho. Dentro de ese espacio, todos y cada uno de los asistentes ejecutaban diferentes labores siguiendo los patrones aprendidos.
Sin embargo, pese a que los avances han sido memorables, los creadores concluyen que quedan muchos pasos por dar antes de poder tener a robots desempeñando actividades en nuestros hogares. El mejor uso de la Inteligencia Artificial es el que hacemos cuando somos conscientes no sólo de su potencial, sino también de sus limitaciones.
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