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Las baterías en coches eléctricos se quedan sin su revolución

La startup Envia Systems no ha cumplido con las expectativas que sus inversores habían puesto en ella. Parece que su proyecto carecía de una base tecnológica sólida.

Los coches eléctricos no sufrirán una revolución en los próximos años. No habrá baterías de bajo coste y gran autonomía, con lo que estos vehículos no bajarán sus precios ni se expandirán frenéticamente en un futuro cercano. Al menos no lo harán de la mano de Envia Systems, una startup californiana que había prometido doblar la capacidad de las baterías de ion litio, reduciendo significativamente su coste. Su tecnología, avalada por la agencia gubernamental de la energía en Estados Unidos y por General Motors, no ha podido alcanzar los resultados previstos, según un expediente judicial.

Los responsables de Envia Systems habían previsto que su tecnología permitiría a las baterías de ion litio, incluidas las de los coches eléctricos – que serían los principales beneficiarios de la misma –, un almacenamiento el doble de lo que ofrecen los modelos actuales, mientras que los costes de producción de estos nuevos dispositivos serían la mitad. No puede ser. Así lo ha dictaminado un juez a partir de dos demandas que interpusieron contra la compañía su antiguo CEO y otros dos directivos.

Estas demandas se presentaron el pasado mes de noviembre y acusaban Envia Systems y su cofundador Sujeet Kumar de fraude a la hora de inducir al empleo. La acusación se une a una anterior, que denuncia que la startup habría copiado su tecnología de la compañía NanoeXa (un asunto que en el que el antiguo CEO, ahora demandante, defendió a Envia). Con toda la información el juez ha determinado que la startup no ha cumplido con las expectativas fijadas, razón por la que ha perdido su inversión.

General Motors canceló su acuerdo en el verano de 2013 y así se esfumaron los siete millones de dólares que la compañía había prometido en diciembre de 2012, al conocer la asombrosa capacidad que ofrecían las baterías de Envia Systems. A este abandono siguieron los de los dos directivos y el antiguo CEO que ahora son demandantes.

En medio de este embrollo legal, tecnológico y económico se encuentra la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Energía en Estados Unidos (ARPA-E), parte de cuya imagen está ligada a Envia, pues la organización pública ha sido una de las principales valedoras de la startup.

El mayor hito de Envia llegó en febrero de 2012, cuando alcanzó una extremadamente alta densidad energética, de 400 vatios/hora por kilogramo. Esto le granjeó el favor – y el dinero – de ARPA, de la Comisión de la Energía de California y de General Motors. Pero la empresa no ha sido capaz de reproducir el éxito ni tiene visos de convertirlo en un producto comercializable. Así que habrá que esperar un poco más para el ‘boom’ de los coches eléctricos. Iniciativas no faltan.

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