La semana pasada estuve en Bruselas participando como ponente en una conferencia sobre la creación de empleo para jóvenes y como el voluntariado podría ayudar. Fue un evento muy interesante donde tuve la oportunidad de conocer a una amplia variedad de personas, algunas de ellas con la cabeza llena de ideas y nuevas startups, buscando desesperadamente ponerlas en acción y otros más experimentados que, sin embargo, eran más cuidadosos a la hora de compartir sus aportaciones, ya que podrían ser analizados antes de que se publicaran las recomendaciones y se activara el posterior debate y consulta.
Actualmente existe la necesidad de abordar los grandes problemas que tenemos en Europa: una crisis de empleo entre los jóvenes, una actitud cultural donde predomina el miedo al fracaso que sofoca todo entusiasmo por asumir riesgos, así como un enfoque insuficiente para establecer un aprendizaje digital que encaje en nuestro actual siglo XXI. Los problemas más serios necesitan soluciones serias.
Por ello y al mismo tiempo que tenía lugar la conferencia en Bruselas, se celebraba en Nueva York la Iniciativa Global Clinton (GCI), cuya declaración de objetivos aboga por “cambiar ideas por acciones”.
Creado en 2005 por el antiguo presidente de EEUU, Bill Clinton, GCI reúne una comunidad global de líderes de muchas regiones que generan un importante background para encontrar soluciones reales a los retos más urgentes de nuestro mundo. ¿Cuál es el precio de la admisión? El compromiso para ejecutar una acción dirigida a un problema de tu elección. ¿Y la definición de líder? Alguien capacitado para liderar, pero no solo a través palabras sino también a través de hechos tangibles. Puedes consultar en Clinton Global Initiative la profundidad y amplitud de su compromiso, o consultar las declaraciones de personajes de la talla de Barak Obama o Mohama Morsi.
Clinton fundó este programa hace siete años como resultado de la frustración que le suponía comprobar que el diálogo y la energía generadas en el Forum Económico Mundial celebrado cada año en Davos, parecía evaporarse cuando sus participantes abandonaban el aire fresco de los Alpes y regresaban a su mundo real. Lo que ocurría es que no había suficientes compromisos tangibles con fuertes acciones y medidas de éxito claras. Sin embargo, y desde la creación del GCI, más de 2.100 compromisos se han puesto en marcha impulsados por 150 jefes de estado, 20 premios Nobel, cientos de CEO’s, líderes de fundaciones, ONG’s, ciudadanos poderosos y medios de comunicación.
De acuerdo con las comunicaciones emitidas por la Iniciativa Global Clinton, estos proyectos han mejorado la vida de 400 millones de personas en más de 180 países, con un valor que se estima en cerca de los 70 millones de dólares. Yo no sé si sus matemáticas son correctas o no pero, incluso si el valor fuera tan solo una parte de esa cantidad, su ambición e impacto seguirían siendo enormes. Además, debemos recordar que la mayor parte de ello es una acción voluntaria que no procede de dinero público. Los recursos aportados por las corporaciones privadas son tan importantes como los procedentes de gobiernos, ONG’s o millonarios.
Por todo ello, estamos muy emocionados de que Telefónica Think Big forme parte de la Iniciativa Global Clinton. Nuestra propuesta “Una Europa más emprendedora” ayudará a 250.000 europeos que quieran ser emprendedores, aprender competencias digitales, poner en marcha nuevas empresas digitales o encontrar un empleo. Trabajando con otros proyectos del CGI, estoy seguro que podremos unir fuerzas para lograr un mayor impacto total.
Y aunque cada iniciativa es diferente, todas ellas comparten tres puntos claves. En primer lugar, todas buscan solventar problemas complejos por los caminos más novedosos y creativos. En segundo lugar, todas son muy ambiciosas. Y en tercer lugar, todas muestran un gran optimismo que les lleva a la creencia de que no existe un problema tan grande que no se pueda enfrentar y arreglar. Y esto es también la filosofía Think Big: «Nosotros creemos en los jóvenes. Creemos en el poder de las ideas y la tecnología para transformar las cosas».