Fundación Banco de Alimentos y su labor en la lucha contra el hambre: «Siempre decimos que nos encantaría no existir»

En Madrid, 1,4 millones de personas está en riesgo de pobreza y exclusión social, según datos de 2020 recogidos en el informe EAPN 2021. Se considera que una persona se encuentra dentro del umbral de pobreza cuando no puede disponer de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas. Mientras que, 395.000 son las personas que se encuentran en una situación de pobreza severa, 49.000 menos que en 2019, según el documento citado.

A veces, las personas creen que en España la gente no pasa hambre, cuando la realidad es la contraria. La Fundación Banco de Alimentos de Madrid cerró el 2019 dando una comida diaria a 130.000 personas, únicamente, dentro de la Comunidad de Madrid.

Cifras escalofriantes que incrementaron con la llegada de la pandemia en marzo de 2020, donde el Banco de Alimentos de Madrid vivió picos muy altos entre los meses de abril y mayo, llegando a atender hasta a 230.000 personas, casi 100.000 más que el anterior año. Elena Doria, prejubilada y voluntaria de Telefónica en la Fundación Banco de Alimentos de Madrid, cuenta a Think Big que, cerraron el 2020 ayudando a 190.000 personas y este 2021 a 186.000, aproximadamente.

460.000 personas no tienen acceso a 4 de los 9 indicadores de pobreza

Desde el 2019 se han introducido en los países una serie de medidas multidimensionales para ver cuántas y cuáles son las carencias en un hogar o país. Así, el Índice de Pobreza Multidimensional ofrece una visión amplia de cuáles son las variables que afectan a una persona o familia, desde la asistencia sanitaria, educación, calidad de vida, etc.

De esta manera, nacen los 9 indicadores de pobreza en el mundo, siendo estos los siguientes:

  1. Ingreso corriente per cápita.
  2. Rezago educativo promedio en el hogar.
  3. Acceso a los servicios de salud.
  4. Acceso a la seguridad social.
  5. Calidad y espacios de la vivienda.
  6. Acceso a los servicios básicos en la vivienda.
  7. Acceso a la alimentación.
  8. Grado de cohesión social.
  9. Grado de accesibilidad a carretera pavimentada.

Tal y como explica Elena, en Madrid hay 460.000 personas que no tienen acceso a 4 de los 9 indicadores mencionados. «Es cierto que en España no hay hambruna (escasez de alimentos básicos de forma prolongada), pero la gente sí que pasa hambre«, afirma.

Fundación Telefónica apoya la Gran Recogida de Alimentos

Desde 2020, Elena ha presentado la Gran Recogida de Alimentos VII y VIII (2020 y 2021, respectivamente) de Fundación Banco de Alimentos de Madrid a la Convocatoria de Actividades Virtuales de Voluntariado (CAV), de Fundación Telefónica. El evento llevado a cabo por la entidad benéfica se realiza una vez al año, a nivel nacional, y consiste en la recogida de alimentos donados en los supermercados.

Banco de Alimentos de Madrid

Con la llegada de la pandemia y con el fin de poder seguir dando comida a todos los beneficiarios, la entidad se vio en la obligación de cambiar la modalidad de recogida de alimentos, introduciendo una forma mixta.

Por un lado, durante un fin de semana, los voluntarios de Fundación Banco de Alimentos acuden a supermercados para recoger alimentos físicos que las personas donan. Mientras que, por otro lado, la pandemia ha traído la opción de realizar una donación económica, durante una semana, cuya cuantía se queda en el supermercado como un saldo a favor para la entidad. Y, también, han abierto la opción de donar durante un mes vía online. «Estamos viendo cuál es la mejor vía», explica Elena.

Antes de esta modalidad, se encontraban con que tenían mucho de un producto, pero no tenían de otro. De esta forma, consiguen que no haya despilfarro, ya que no hay alimentos que se echen a perder porque se pide según se necesita. Además, también evitan la manipulación de los alimentos. Antes de la pandemia, llegaron a recoger hasta 2 millones de kilos, lo que conllevaba a su posterior clasificación. Para esta entidad benéfica, lo recogido a lo largo de ese fin de semana supone un 14% del stock de alimentos no perecederos.

Leche maternizada para 286 bebés, gracias a la CAV

El año pasado, con la cuantía recibida por la Fundación Telefónica, que ascendía a 6.000 euros, decidieron invertir esa cuantía en un alimento indispensable, pero que por su alto precio la gente no suele donar. Nos referimos a la leche maternizada. Así, gracias a esa cantidad de dinero en 2021 pudieron comprar 796 kilos de leche de continuación tipo 2, que son 996 unidades de 800 gramos por cada una. «Con esa cantidad hemos dado alimento a 286 niños durante un mes«, cuenta Elena. La Fundación Banco de Alimentos de Madrid, actualmente, cuenta con 186.000 beneficiarios, aproximadamente. De los cuales, 25.000 son niños y 7.000 lactantes.

Con la cuantía recibida por Fundación Telefónica en 2020 hicieron lo mismo. Aunque en ese caso, compraron latas de sardinas. Otra de las iniciativas que se ha llevado a cabo desde la compañía, siendo el tercer año que se realiza, es la donación de cheques de comida de los empleados de Telefónica para ayudar al Banco de Alimentos de Madrid.

Banco de Alimentos de Madrid

Un nuevo perfil beneficiario de alimentos

La Fundación Banco de Alimentos de Madrid trabaja con entidades benéficas que tienen relación directa con el beneficiario. Aproximadamente, con unas 560 dentro de la Comunidad de Madrid. Estas son las encargadas de recoger los alimentos de los almacenes y distribuirlos. Aquí, Elena distingue 2 tipos de beneficiarios:

  • Entidades de consumo, aquellas que recogen los alimentos, los cocinan y ofrecen comidas, donde el beneficiario acude para comer.
  • Entidades benéficas de reparto, aquellas que recogen los alimentos, preparan bolsas de comida variada para que el beneficiario acuda a los almacenes que prestan al Banco de Alimentos y se los lleve a su casa.

¿Cómo puede un beneficiario acceder a esta ayuda? «La persona para estar en una entidad adscrita tiene que estar derivada desde Asuntos Sociales», explica Elena. Esta es la manera de que las personas que lo necesitan reciban la ayuda alimentaria.

En este sentido, el perfil del beneficiario ha cambiado mucho con la llegada de la pandemia. Doria cuenta que uno de los casos que más le ha marcado fue el de una azafata de vuelo que se vio en la obligación de acudir al Banco de Alimentos tras haber perdido el trabajo y haber gastado todos sus ahorros. Ella y su hijo necesitaban alimentarse y esta entidad benéfica estaba allí para ayudarlos.

También, hace mención a una casuística que, por desgracia, en la actualidad se está produciendo con motivo de la pandemia y la subida de los precios. Cuenta el caso de una familia que trabaja, pero cuyos sueldos son muy bajos y se ven en la obligación de decidir si pagar la luz o comprar alimentos y pagar el alquiler o poner la calefacción. «Nosotros siempre decimos que nos encantaría no existir«, afirma Elena. Pero, hoy en día, es una realidad que la Fundación Banco de Alimentos cumple una función necesaria. La labor de todos sus voluntarios es un regalo y una luz de esperanza para aquellas personas que, por diferentes sucesos de la vida, se encuentran en una situación donde no pueden alimentarse ni alimentar a sus familias.

Ayudar a quiénes más lo necesitan: España un país solidario

Según el estudio «Perfil del Donante 2020«, elaborado por la Asociación Española de Fundraising (AEFr) en colaboración con Kantar, España es un país solidario. El 60% de las personas encuestadas ha colaborada económicamente con alguna organización y un 13% ha donado en causas relacionadas con la COVID-19.

Entre los colectivos que más preocupan a los españoles se encuentran: la infancia (56%), seguido de los ancianos (48%) y enfermos (46%). Actos solidarios que demuestran que, a pesar de las circunstancias que cada persona está atravesando en esta crisis social y sanitaria, los españoles han seguido colaborando con el tercer sector.

De hecho, en la Gran Recogida de Alimentos de 2019 y 2020, España fue el país que recogió más alimentos en comparación con el resto de Europa. «Yo estoy agradecida de formar parte de ello y de poder aportar mi granito de arena. He tenido una vida feliz y, como tal, me siento en la obligación de devolver un poco de eso a la sociedad«, confiesa Elena, quien lleva 16 años siendo voluntaria.

¿Por qué se decantó por esta entidad benéfica? Cuenta que, la alimentación es una necesidad básica: «tú puedes tener frío o no tener ropa y, sí, lo vas a pasar mal, pero el no tener nada que llevarte a la boca, me pareció algo esencial«, afirma.

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