Hablar de navegadores web es hablar de rivalidades, competencia constante e innovación. Internet Explorer fue la referencia durante años y su historia bien merece un artículo.
Hoy, el navegador web es la aplicación con la que pasamos más tiempo delante del ordenador, y en los dispositivos móviles solo lo superan aplicaciones como WhatsApp, Facebook o YouTube. En definitiva, la web es una parte importante e imprescindible de Internet.
Pero no siempre fue así. Al principio, las computadoras personales servían para lo que servían, principalmente para tareas ofimáticas como redactar documentos o llevar al día hojas de cálculo. Eso sí, de vez en cuando caía algún videojuego. Y entonces llegó Internet y con ello se hizo patente que tu sistema operativo debía incluir un navegador por defecto.
Internet Explorer fue el navegador oficial de Microsoft durante años. Estuvo integrado en Windows convirtiéndose en el navegador más usado y un estándar de la web, hasta el punto de ser castigado por la Unión Europea y por Estados Unidos por monopolio. Y con la llegada de Windows 10, Microsoft sustituyó Internet Explorer por Microsoft Edge.
Viajemos por el tiempo para conocer la vida y obra de Internet Explorer en esta biografía no oficial.
Al principio fue Mosaic
El primer navegador web de la historia es WorldWideWeb. Lo creó el propio Tim Berners-Lee, uno de los padres de Internet, más concretamente de la World Wide Web, en el CERN, en 1990. Solo estaba disponible para el sistema operativo NeXT, donde fue desarrollado. Pero el primer navegador web que se hizo popular entre las masas fue Mosaic, compatible con UNIX y que luego estuvo también disponible para Windows y Mac.
Mosaic se lanzó en 1993 y fue desarrollado en el NCSA (National Center for Supercomputing Applications) por Marc Andreessen y Eric Bina. Su popularidad fue tal que dio pie a dos de los grandes navegadores que dominarían el mercado en los siguientes años de Internet: Netscape e Internet Explorer.
Básicamente, Netscape Navigator fue el nombre que se le dio a Mosaic desde 1994 por parte de varios desarrolladores del Mosaic original que habían decidido crear su propia empresa, Netscape Communications Corporation. Entre ellos estaba el propio Marc Andreessen , co creador de Mosaic. Y aunque empezó como un simple navegador web, pronto creció con nuevas herramientas, como lector de correo, editor HTML, etc. hasta convertirse en Netscape Communicator en 1997.
Además de Netscape Communications Corporation, del proyecto Mosaic original surgió una segunda empresa, Spyglass, que tenía en propiedad el código fuente de su versión de Mosaic, Spyglass Mosaic. Y aquí es donde entra Microsoft, que tras perder la oportunidad de comprar el navegador de aquel entonces de AOL, en 1995 adquirió Spyglass para usar su navegador como base para lo que se llamaría Internet Explorer.
La llegada de Internet Explorer
Internet Explorer llegó como un complemento para Windows 95, pero no vino instalado por defecto hasta Windows 98 y algunas versiones de Windows 95 OEM (instaladas en computadoras nuevas).
En concreto, el primer Internet Explorer, que era básicamente Spyglass Mosaic con el nombre cambiado y el logo de Windows, vino como un extra de Microsoft Plus!, una suerte de mejora para Windows que incluía temas de escritorio, algún juego y el primer navegador oficial de Windows.
Poco después se lanzó también para Windows NT, la versión profesional de Windows e incluso se lanzaron versiones para Mac e incluso para Windows 3.1.
Pero la popularidad de Internet Explorer no empezó hasta Internet Explorer 3, lanzado en 1996 y que ya ofrecía novedades propias de un navegador moderno de aquel entonces: soporte CSS, applets Java, controles ActiveX…
Auge y caída
Con Internet Explorer 4, lanzado en 1997, Microsoft empezó a integrar el navegador en sus sistemas operativos, tanto en la rama doméstica, Windows 95, como en la profesional, Windows NT. De aquí surgirán tecnologías como Active Desktop, que recordarán los más veteranos o el cifrado de 128bit de IE 4.5. Además, le acompañarán Outlook Express y Microsoft Chat.
En 1999 llega Internet Explorer 5, que se incluirá por defecto en Windows 98 SE (Second Edition) e incluso como complemento al instalar Microsoft Office 2000. Además, IE 5 no venía solo, también incluía Outlook Express 5. Incluido en sucesivas versiones de Windows, como Windows 2000 o Windows ME, será la última versión disponible para Mac y UNIX.
Internet Explorer 6, en 2001, será lanzado meses antes de Windows XP. Entre sus mejoras para el público en general, vendrá con una barra multimedia e integración con Windows Messenger, la app de mensajería instantánea de Microsoft. Por su parte, Internet Explorer 7 (2006) introdujo las pestañas, mejoró el soporte para los estándares web que tantas críticas le supusieron en versiones anteriores e introdujo la búsqueda en varios buscadores a elegir.
En enero de 2009 se produce un cambio en el mercado de los navegadores web. El hasta entonces primer navegador, Internet Explorer, es superado por Firefox, heredero de Mozilla y repleto de mejoras y novedades a las que IE llegó tarde.
Ese mismo año se publica Internet Explorer 8, una versión que se toma en serio, al fin, los estándares web que obvió durante años y que supuso que muchas páginas web de aquel entonces se vieran bien en Internet Explorer y no en otros navegadores por no respetar los estándares. Como prueba, pasará el test Acid2 de compatibilidad con estándares.
En 2011 veremos Internet Explorer 9, primera versión para Windows Vista. Luego vendrás dos versiones más con mejoras internas en un intento por revitalizar a este navegador, ya olvidado y superado por Firefox y por Google Chrome, que en 2012 se convertirá en la primera opción de los internautas.
El sustituto, Edge
Aunque Internet Explorer llega a su mejor momento con Internet Explorer 5, pronto se desgastará con la competencia de Firefox, la versión ligera y de código libre de lo que había sido Netscape. Además, continuos bugs y problemas de rendimiento harán que la marca Internet Explorer quede tocada y pierda usuarios año tras año.
Lejos quedarán las denuncias por monopolio que harán que Microsoft deba preguntar al usuario si quiere instalar Internet Explorer u otro navegador web.
La mala imagen de Internet Explorer hará que Microsoft desarrolle una alternativa desde cero, Microsoft Edge, que verá la luz en 2015 y será el navegador oficial de Windows 10. Y si bien ha introducido mejoras, como integración con Cortana y OneDrive o un comportamiento más rápido al navegar, Edge no ha logrado la popularidad de Internet Explorer ante la sombra de Google Chrome, omnipresente gracias a su buscador.
Según datos de W3Counter, con datos de mayo de 2019, Chrome 74 es el navegador más popular (28,10%). Internet Explorer 11 ocupa el puesto 5 con 2,60% y Microsoft Edge no llega al Top 10 de esa lista, ocupada por 5 versiones de Google Chrome.
Por su parte, W3Schools, con datos de mayo de 2019, tiene a Chrome como el navegador web más popular, con 80,4% del total. Internet Explorer y Edge se cuentan juntos, ocupando la cuarta plaza con un 3,6%, superados por Firefox e incluso por Safari, que solo está disponible en macOS.
Internet Explorer sigue vivo gracias a las versiones antiguas de Windows. Por su parte, el propio Microsoft Edge se está reinventando con la adopción del motor de Google Chrome, Chromium, en un intento por ganar adeptos al tiempo que mejora sus prestaciones con un menor esfuerzo en desarrollo.