¿Imaginas unos créditos tras una película en los que se admita que se han usado modelos de inteligencia artificial (IA) para escribir el guion? ¿O que, como sucede con las tecnologías actuales como IMAX, se señale que se ha trabajado con IA para los efectos visuales? ¿A cuántos técnicos y guionistas podría costar esto su trabajo? ¿Qué pasará con los deepfakes o los derechos de actores fallecidos? ¿Cómo puede modificar la entrada de la IA en el cine los géneros más populares en base a la lectura de grandes algoritmos de recomendación?
La inteligencia artificial (IA) ha comenzado a provocar movimientos tectónicos en varias industrias y el cine no es una excepción. Esta tecnología emergente tiene el potencial de cambiar la forma en que se hacen las películas, desde el guion hasta la postproducción.
Y, a pesar de que ser todavía algo muy incipiente, solo en las últimas semanas ya han aparecido varios debates y cosas de uso. A saber: Pixar ha admitido su uso, Christopher Nolan ha dado su opinión, Samuel L. Jackson ha reconocido que ha preparado medidas para que su rostro no sea recreado en caso de fallecer, y la última huelga de guionistas ha tenido como uno de sus ejes los posibles efectos de esta tecnología.
Empecemos por el final: ¿Qué temen en concreto los guionistas?
ChatGPT ha escrito esta película
La huelga puesta en marcha desde mayo por el sindicato de guionistas en Estados Unidos (WGA) y que ya ha retrasado varios producciones, han remarcado que los contratos definen al escritor como “persona” y la exigencia de la WGA es que, de momento, siga siéndolo.
Los guionistas tienen dos requerimiento en torno a la entrada de la IA en el cine. En primer lugar, que la IA no pueda generar “material literario”, es decir, guiones o tratamientos. El segundo tiene que ver con lo que se denomina en el argot “material de origen”: una novela, por ejemplo. La WGA pide que el material de origen tampoco provenga de una IA.
«La tecnología es como un pez. Cuanto más grande se vuelve, más tienes que vigilarlo».
George Lucas
Y es que hay que tener en cuenta que ahora mismo plataformas como Netflix cuentan con ingente cantidades de datos sobre qué tipo de historias gustan más al público general. ¿No llevas un tiempo pensando que hay muchos títulos que se parecen demasiado? Pues pensemos qué puede hacer una IA con esa información. Ahora bien: ¿se puede o se debe vetar este uso de la IA en el cine bajo el patrón único de defender que el guion debe estar compuesto de principio a fin por una persona?
No es un mundo muy lejano. La firma de análisis StoryFit, dirigida por Monica Landers, utiliza IA para evaluar las conexiones de la audiencia con las narrativas o personajes. La tecnología de StoryFit recopila datos sobre elementos narrativos en los guiones, permitiendo obtener información sobre su eficacia y significado. Estos conocimientos ayudan a los estudios a decidir qué guiones adquirir, qué personajes promover o qué libros adaptar a películas.
IA en el cine: el caso de la preproducción y postproducción
Además de la escritura de guiones, la IA también puede utilizarse para agilizar el proceso de preproducción. Incluyendo, entre otras cosas, el casting, la búsqueda de localizaciones y la creación de storyboards. En la postproducción, la IA puede llegar a crear en el futuro efectos especiales más realistas e inmersivos. Lo cual reduciría potencialmente la necesidad de efectos prácticos y ahorraría tiempo y dinero.
Y ahí es donde entra el caso de Pixar.
La IA en las películas ya existentes: Pixar y Elemental
Uno de los casos más notables de uso de la IA en el cine es el de Pixar con su película Elemental, estrenada este mes de julio de 2023. Pixar se encontró con un problema al intentar animar a los personajes principales de la película, que estaban hechos de elementos como el fuego y el agua. La IA ayudó a resolver este problema, creando personajes animados que se veían y se movían de forma naturalista.
En concreto, el problema se daba al representar a Ember, un personaje hecho de llamas. Sus simulaciones de fluidos de fuego eran muy naturalistas y estaban diseñadas para imitar la realidad, pero resultaba difícil equilibrar la dinámica del fuego con la forma y la sensibilidad del personaje. Aquí es donde entró en juego la IA. Con sus capacidades de aprendizaje automático, la IA fue capaz de analizar y comprender los intrincados detalles del comportamiento del fuego, teniendo en cuenta al mismo tiempo las características únicas de Ember.
¿El resultado? Una representación visualmente impresionante y que superó todas las expectativas.
Paul Kanyuk, supervisor técnico de grandes escenas en Pixar, había estado trabajando en animaciones de multitudes desde 2005 y siempre había luchado para que la ropa de los grandes grupos de personajes se viera bien. En su búsqueda de soluciones, se involucró con la Association for Computing Machinery (ACM) y su organización Siggraph, que se dedica al avance de los gráficos por computadora. Alrededor de 2016, encontró algunas investigaciones del grupo sobre el uso del aprendizaje automático para perfeccionar las simulaciones de tela y ha estado tratando de dominarlo desde entonces. Esa es la base sobre la que después se acabaría aplicando a Elemental, según explicó el equipo en un reportaje de Wired.
La opinión de Christopher Nolan sobre la IA en el cine
El director Christopher Nolan, visionario de películas alucinantes como Inception e Interstellar, siempre ha sido conocido por su enfoque tradicional del cine. Sin embargo, ha roto esta tendencia al hablar de IA. En una entrevista reciente, Nolan expresó su entusiasmo por el uso de la IA en la industria. Aunque se considera un cineasta analógico de corazón, reconoce el inmenso potencial de la IA para mejorar la narración y los efectos visuales.
Un área que llamó especialmente la atención de Nolan es el uso de simulaciones de fluidos de fuego, justo lo que Pixar ha aplicado en Elemental. Pero la cosa no acaba ahí. Nolan también ve un gran potencial en el uso de la IA para crear entornos ricos y envolventes que capten la esencia de su narrativa. Gracias a los algoritmos de IA, prevé poder recrear mundos intrincados y representar cómo la luz interactúa con los materiales de una forma que antes era inimaginable.
Recuerdas algunas de las escenas más espectaculares de Inception e Interstellar, pues parece que en eso está pensando Nolan.
Entonces, ¿IA en el cine para bien o para mal?
No cabe duda de que la entrada de la IA en la industria cinematográfica ha generado un debate entre los profesionales del sector. Algunos ven el potencial de la IA para mejorar la eficiencia y la eficacia de la producción cinematográfica, mientras que otros expresan su preocupación por el riesgo de que las máquinas reemplacen a los humanos o les obliguen a trabajar de forma gratuita.
Los defensores de la IA en el cine sostienen que puede ser una herramienta útil para los guionistas y que la IA puede utilizarse para personalizar las recomendaciones de películas para los espectadores y optimizar las estrategias de distribución, lo que podría conducir a mayores ventas de entradas y a mayores ingresos.
Por otro lado, algunos profesionales de la industria cinematográfica están preocupados por el impacto que la IA puede tener en el arte de la narración de historias y en la propiedad intelectual. Temen que la IA pueda ser una fuerza disruptiva para los actores, los guionistas y el público.
El temor de que la IA pueda sustituir a la creatividad y la intuición humanas, disminuyendo potencialmente las cualidades únicas que hacen que las películas sean tan cautivadoras, es algo que parece que ha llegado para ser una conversación recurrente en los próximos años.
Se avecinan tiempos emocionantes en la industria cinematográfica, ya que la IA solo acaba de llegar, seguirá evolucionando y dejando su huella.
Quizá una postura se pueda encontrar en algo que una vez dijo George Lucas: «La tecnología es como un pez. Cuanto más grande se vuelve, más tienes que vigilarlo».
