Es muy probable que utilices tu cuenta de Google para iniciar sesión en diferentes plataformas, incluso las que no son de la propia Google. Es una forma sencilla de evitar tener que registrarse en cada uno de los servicios que accedemos y permite, además, tener un mejor control de los sitios que hemos visitado. Pues algo similar pretende hacer la Unión Europea con la Identidad Digital Europea evitando, eso sí, que otras compañías puedan acceder a tus datos. Te explicamos cómo funciona.
En líneas generales, la Identidad Digital Europea (EID, por sus siglas en inglés), también conocida como Billetera Digital Europea, es un proyecto que tiene como objetivo permitir que los usuarios y empresas creen una especie de Wallet con sus datos personales con los que podrán acceder a diferentes servicios y trámites. Entre ellos, registros en plataformas, pagos de impuestos, matrículas en centros universitarios, y más.
Lo que propone la Unión Europea es algo que ya podemos hacer gracias a compañías como Apple o Google, que permiten utilizar nuestra cuenta como paralela para iniciar sesión en diferentes plataformas o, incluso, realizar diferentes trámites. La Identidad Digital Europea, sin embargo, tiene una diferencia importante. Los usuarios pueden controlar en todo momento los datos que facilitan, y pueden ver con facilidad qué información han compartido con terceros.
Una app móvil con la que acceder a todos tus datos
La Identidad Digital Europea también pretende terminar con un inconveniente presente en varios países miembros. Muchos cuentan con plataformas propias para realizar trámites, pero estas, a menudo están limitadas a su uso dentro del propio país y, por tanto, no ofrecen acceso transfronterizo ininterrumpido.
Todo esto, por supuesto, se podrá efectuar a través del teléfono móvil. En concreto, mediante una app que permitirá las siguientes funciones, tal y como ya ha revelado la Comisión Europea.
- Identificarse en línea y fuera de línea.
- Almacenar e intercambiar información facilitada por las administraciones, como el nombre, apellido, fecha de nacimiento o nacionalidad.
- Almacenar e intercambiar la información facilitada “por fuentes privadas de confianza”. Por ejemplo, empresas de salud privadas, empresas de seguros, entidades bancarias, escuelas privadas, y más.
- Utilizar la información como confirmación del derecho a residir, trabajar o estudiar en alguno de los estados miembros de la Unión Europea.
¿Qué usos puede tener la Identidad Digital Europea y cuándo estará disponible?
Uno de los principales usos de la Identidad Digital Europea es el acceso a diferentes servicios públicos o trámites comunes. Por ejemplo, crear una cuenta en una identidad bancaria, presentar una declaración de impuestos, pagar una tasa u obtener una receta médica. Hay, además, otras aplicaciones que no tienen nada que ver con este tipo de trámites. Entre ellas, el registro en un hotel, la verificación de la edad para, por ejemplo, acceder a un lugar cuya entrada esté limitada a una franja específica o, incluso, para alquilar un coche, pues la Identidad Digital también ofrecerá un permiso de conducción digital.
La Identidad digital Europea forma parte de la normativa eIDAS 2, que está pendiente de aprobación por parte del Parlamento Europeo y Consejo de la UE. Pese a que la idea de la Billetera Digital se planteó en 2021, todavía no hay una fecha de entrada en vigor. De hecho, apenas se ha presentado el borrador. Sabemos, eso sí, que esta Identidad Digital Europea no será obligatoria para los ciudadanos o empresas. No obstante, los diferentes países miembros sí estarán obligadas a implementarlas para todos aquellos que lo deseen.
