Detectar un infarto con un reloj inteligente parece algo salido de ciencia ficción. Sin embargo, una médica en España pudo actuar con rapidez gracias a la información del Apple Watch de una paciente, lo que le salvó la vida.
Blanca Santos Martín, residente de primer año de cardiología en Madrid, se encontraba en el poblado de Navalacruz para las fiestas patronales del lugar. Y una amiga suya, que también estaba allí, la llamó para que revisara a su tía.
La mujer tenía un dolor intenso en el pecho. El mismo era similar al de un ataque cardíaco. Por lo tanto, Blanca llamó al servicio de emergencias local para que se hiciese presente con una ambulancia y un electrocardiógrafo.
En el contexto de un dolor de pecho de este tipo, el electrocardiograma puede orientar si se trata o no de un infarto en curso. Esta información es muy valiosa porque determina qué nivel de atención requiere un paciente. El problema, en este caso, fue que la ambulancia tenía el electrocardiógrafo roto.
¿Cómo se aprovechó la tecnología del Apple Watch para detectar el infarto?
La médica necesitaba realizar un electrocardiograma a la paciente. Al no disponer del aparato, recordó que en alguna clase de su residencia se habló de la posibilidad de usar el Apple Watch para este fin.
No todos los relojes inteligentes de Apple tienen la función de electrocardiograma. De hecho, versiones más antiguas del dispositivo no la poseen. Precisamente, como le pasó a Blanca con su propio reloj. Pero la médica estaba al tanto de que un familiar suyo sí tenía una versión actualizada. Así que se lo pidió prestado para confirmar el diagnóstico.
Apple aclara que la función de electrocardiograma tiene aplicación para detectar arritmias, pero que no es específica para un infarto. Esto sucede porque el reloj solo toma medidas en una de las muñecas de la persona; siendo que lo ideal es tener registros simultáneos en varias partes.
El electrocardiograma tradicional recoge información en los cuatro miembros y en el pecho, a través de electrodos. Debido a que la médica conocía la limitación, decidió usar el Apple Watch en tres sitios diferentes. Así recogió datos con el reloj en ambas muñecas de la paciente y en el tobillo izquierdo.
Su conclusión fue que existía un infarto en curso. Por lo tanto, pidió a la ambulancia que trasladase a la mujer al hospital de Salamanca, que es más grande y tiene tecnología para realizar una intervención compleja.
¿Por qué la información salvó una vida?
La información del electrocardiograma del Apple Watch determinó que era un infarto. Con este dato, la médica optó por enviar a la paciente directamente a un centro de salud de mayor complejidad.
En Salamanca era posible practicar una cirugía. Según las guías médicas actualizadas, cuanto antes se realiza una intervención en el contexto de un ataque cardíaco, mayores son las posibilidades de supervivencia.
¿Qué beneficios tiene esta tecnología para la salud?
La eSalud se define como la aplicación de la información, la computación o la tecnología de la información en algún aspecto relacionado con el cuidado de la salud. El software para la realización de electrocardiogramas en un reloj inteligente es parte de esta realidad.
El principal beneficio parece estar en la detección temprana de las alteraciones cardiacas. Los infartos realmente dependen de la rapidez con la que se pueda actuar para intervenir al paciente.
Incluso, se ha analizado la utilidad de estos dispositivos para prevenir la muerte súbita. Los resultados demostraron que los relojes inteligentes son capaces de detectar alteraciones del ritmo del corazón, previas a los eventos cardíacos.
Yendo más en profundidad, también se plantea la posibilidad de conectar los dispositivos con redes de inteligencia artificial. De esta manera, los datos recopilados podrían analizarse a gran velocidad para establecer el riesgo cardiovascular de una persona.
En específico, un algoritmo podría predecir un infarto con la información.
¿Siempre son confiables las mediciones para diagnosticar un infarto?
Si bien los beneficios parecen cada vez más claros, todavía hay algunos inconvenientes con los relojes inteligentes aplicados a la cardiología. El electrocardiograma tradicional continúa siendo más exacto, por ejemplo.
Y también sabemos, como lo sabía la médica española, que medir en un solo sitio no es suficiente para diagnosticar un infarto. Aunque sí podría serlo para corroborar cambios en el ritmo de los latidos; quizás para diagnosticar una arritmia. De todos modos, la eSalud es una realidad. Cada vez más personas tienen relojes inteligentes y los usan para valorar sus parámetros vitales. El desafío futuro será integrar la información para cuidar mejor la salud.
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