Inteligencia artificial en la geopolítica

La inteligencia artificial, ingrediente de la geopolítica

La influencia de la inteligencia artificial en geopolítica irá en aumento en los próximos años. Un nuevo estudio la compara con la electricidad o el motor de combustión.

A lo largo de la historia ha habido momentos en los que las invenciones tecnológicas han marcado el ritmo de la geopolítica internacional o regional. Para no irse muy atrás, la Revolución industrial situó al Imperio Británico en primera línea. Después, la Segunda Revolución Industrial ayudó a consolidar el poder de una recién creada Alemania, y allanó el terreno a Estados Unidos. Los tres países tuvieron un papel protagonista, por encima del resto, en aquellos momentos.

Y ahora es el tiempo de la inteligencia artificial. Algunos expertos le dan una consideración tal a la tecnología que la creen un ingrediente más del orden mundial. Y no solo son especialistas los que la tienen en tan alta estima. Algunos países parecen haberse tomado en serio la nueva tecnología.

En 2016, justo antes de la llegada de Donald Trump al poder, la Casa Blanca publicó un memorándum sobre la situación de Estados Unidos con respecto a la inteligencia artificial y qué necesitaba el país para liderar esta corriente tecnológica. Francia anunció un plan este año mediante el que invertirá 1.500 millones de euros, entre 2019 y 2022 para impulsar el sector IA.

Por eso no resulta extraño que el Center for a New American Security (CNAS) haya abordado la influencia de la inteligencia artificial en geopolítica. Y la primera conclusión es clara: China y Estados Unidos se disputan el liderazgo de esta tecnología.

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El informe presentado por el CNAS compara la IA con electricidad o el motor de combustión. Todas estas tecnologías abrían un enorme abanico de aplicaciones, cuyos efectos se podían constatar en la productividad, así como en sus consecuencias negativas, ya fueran de tipo social o político.

La inteligencia artificial no será como el arma nuclear o el barco de guerra, cuyo impacto se cierra a un solo ámbito. La tecnología ofrecerá una base para avanzar en múltiples sectores económicos. El estudio destaca que una de las claves será la colaboración público-privada.

Una pelea de dos con invitados

El CNAS define claramente la principal pugna entre China y Estados Unidos. La primera ha impulsado un ecosistema vibrante de startups de IA y, sobre todo, ha puesto en marcha un plan general para liderar en inteligencia artificial en torno a 2030. Los responsables del estudio no ven, en cambio, que Estados Unidos haya dedicado el mismo cuidado a esta tecnología.

Será uno de estos dos gigantes quien finalmente se coloque en la posición de liderazgo en IA. Pero no lo hará solo. La influencia geopolítica se compartirá y habrá países, como Israel, Rusia o Singapur, que también tendrán su propia posición de fuerza. El estudio también cita a Co rea del Sur e India como influyentes. Pero lanza una advertencia: no hay que dejar de lado las preocupaciones sobre seguridad o de tipo social que la tecnología presenta.

Imágenes: Kelsey Knight, PGB

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