Un informe del ICEMD revela que sólo el 16% de las empresas en España tiene un Índice de Competencia Digital alto. De no adaptarse a las nuevas tecnologías, muchas organizaciones podrían verse superadas por nuevos actores digitales que irrumpen con modelos disruptivos.
“El crecimiento de un gran negocio es simplemente la supervivencia del más apto”. Esta cita se le atribuye a John D. Rockefeller, difunto magnate y filántropo estadounidense que procuró adaptar las bases biológicas darwinianas al ámbito de la empresa. La historia y el tiempo le han dado la razón a Rockefeller. Como ha sucedido siempre con la especies, los comercios que han resistido a los cambios del entorno no han sido los más fuertes, sino los que mejor se han sabido adaptar a ellos.
La tecnología ha sido sin duda la principal responsable de todas estas transformaciones. Su constante desarrollo ha ido en paralelo con la evolución de las empresas, de modo que a día de hoy ambas materias caminan de la mano. Sin embargo, en el presente existe una cuestión a la que las compañías no han terminado de aclimatarse, para muchos algo indispensable en su aspiración por continuar creciendo como negocio e incluso sobrevivir.
Se trata de la reinvención digital, un reto que incluye elementos como la presencia en redes sociales, el comercio digital y, sobre todo, la conversión a Data-Driven: sociedades que dejen de tomar decisiones por intuiciones y empiecen a tomarlas en bases a datos, algo mucho más efectivo. De no ser parte de esta tendencia, muchas organizaciones tradicionales podrían verse superadas por nuevos actores digitales que irrumpen con modelos disruptivos. En este sentido podríamos estar hablando de “darwinismo digital”. En otras palabras: renovarse o morir.
Esta circunstancia ha sido advertida por el ICEMD, el Instituto de Economía Digital de ESIC, que acaba de publicar un informe al respecto. Según revela, sólo el 16% de las empresas españolas están preparadas para el reto digital. De acuerdo con esto, las pymes se encuentran al mismo nivel que las grandes corporaciones. Esta condición es la consecuencia de una suma de factores que también recoge el informe. En primer lugar, se explica que dentro del mundo empresarial español falta conciencia y conocimiento de lo que realmente significa ser digital, es decir, de cuáles son las características que le otorgan esa cualidad al negocio. Aunque más de la mitad de las empresas conocen las principales funciones digitales, sólo una tercera parte declara estar desarrollándolas con carácter general.
Desarrollo estratégico de utilidades, asignatura pendiente
Por ejemplo, destaca el escaso uso de las herramientas basadas en la nube, a pesar de su largo recorrido y de la gran oportunidad que significa su provecho. El estudio revela que un 60% de las empresas lo tienen poco o nada implementado. Por el contrario, se muestra que el objetivo más relevante es disponer de estrategia y canales de Atención al Cliente, para lo que tampoco se observa un salto en cuanto a su nivel de cumplimiento. Respecto a 2015, se considera que la tarea pendiente de las compañías continúa siendo el desarrollo estratégico de utilidades como las apps móviles, tiendas online o blogs.
En cuanto a las competencias digitales de sus empleados, los directivos del 78% de las empresas declaran que en su negocio no se recibe formación de forma periódica ni se sienten completamente al día. Sin embargo, el 65% de las empresas tiene previsto realizar una inversión media o fuerte en formación de materia digital en los próximos dos años. El porcentaje de corporaciones que cuentan con un puesto específico interno para funciones digitales es aún muy bajo en general, según recoge el informe.
Por otro lado, los trabajadores se consideran con un grado similar de capacitación digital que el que otorgan a su empresa frente a su sector, y menor respecto al global del mercado. En este sentido, el sector Retail es donde la apreciación digital a nivel individual es mayor. Esta área aglutina además un mayor Índice de Competencia Digital que el resto de los sectores, siendo Industria el que presenta un mayor déficit. Aunque Marketing Digital y Comercio Electrónico son los campos más desarrollados, el grado de demanda es aún mayor, por lo que constituyen dos de las tres áreas con mayor carencia. Así pues, parece evidente que a pesar de las exigencias digitales del futuro más inmediato, la evolución de las empresas no ha terminado de despegar.
LUCA, una respuesta a las necesidades de Big Data
En su afán por contribuir en esta difícil tesitura, Telefónica presentó recientemente la plataforma LUCA, una unidad de servicios para cubrir las necesidades de Big Data de todo tipo de empresas y organizaciones. La plataforma ayuda en la comprensión y extracción del mayor valor del uso de datos y en la adaptación de las infraestructuras y el uso de herramientas. Se pretende así acompañar a las compañías corporativas en el mismo recorrido que Telefónica comenzó hace varios años en la exploración del potencial del Big Data y de sus beneficios.
Para reinventarse como empresa en el ámbito digital es fundamental contratar servicios como LUCA. Un estudio de septiembre del 2014 de Accenture realizado en 19 países y 7 sectores diferentes reveló que las organizaciones se enfrentan a retos como la seguridad, las limitaciones presupuestarias y la falta notable de profesionales con experiencia en el tema. Del mismo modo, la gran mayoría de los ejecutivos de las empresas que ya aplican estas tecnologías se consideran satisfechos con los resultados, y estiman que se trata de una cuestión muy importante para la transformación digital de las corporaciones, que incluso aporta un considerable valor.
En definitiva, el informe del ICEMD pone en manifiesto la actual coyuntura de las compañías en España. Aunque las exigencias son visiblemente urgentes, los números señalan que su disposición por reinventarse en el ámbito digital está lejos de ser la adecuada. La historia parece indicar que las empresas deberán afrontar este reto si no quieren quedarse atrás en su aclimatación a los nuevos tiempos.