telephone exchange fortresses

Arquitectura defensiva, las fortalezas de telecomunicaciones pensadas para la guerra

Estos edificios disponen de suministros de energía, aire y agua potable que les permitiría funcionar hasta dos semanas en las condiciones más devastadoras que podamos imaginar

Algunas centrales telefónicas tienen un aspecto inquietante, con muros ciegos y aire de fortaleza. Estos diseños nacieron en los años 60 del siglo pasado parar sobrevivir a lo inimaginable.

En lo más intenso de la confrontación de la Guerra Fría, el gobierno de Estados Unidos pidió a la operadora AT&T que proyectase sus edificios más importantes para que siguieran funcionando tras un ataque nuclear. Los ingenieros analizaron las condiciones que se producirían en un entorno tan hostil: temperaturas extremas, ondas de choque de una presión desmesurada y sacudidas del terreno equivalentes a las de un terremoto. Con todo, lo peor para los equipos de telecomunicaciones sería el pulso electromagnético capaz de destruir los circuitos electrónicos.

Lejos de dejar la tarea por imposible establecieron una serie de normas de construcción de lo que debía ser una jaula de Faraday enorme, con suministros de energía, aire y agua potable para funcionar dos semanas totalmente aislada del exterior. Habría que evitar todo tipo de aberturas y emplear muros de hormigón armado para que el entramado metálico evitase la entrada del letal pulso.

Así nacieron las centrales fortaleza, sobrecogedoras en su exterior y en su propósito. La más fabulosa es la de Nueva York, diseñada por el estudio John Carl Warnecke & Associates. Se completó en 1974 y sobrevive en medio de la Gran Manzana como un escenario de ciencia ficción. Mide 169 metros y alberga 29 pisos, lo que resulta difícil de apreciar porque no tiene ni una sola ventana en su coraza gris. Sólo los conductos de ventilación se abren al mundo, las puertas de servicio son también de hormigón y se cierran herméticamente. Se inspirana en los grandes silos de Buffalo, construcciones de carácter industrial que cautivaron a los pioneros de la arquitectura moderna. Los neoyorquinos la llaman popularmente la «Death Star», un nombre que parece muy apropiado.

Centrales fortalezaEsta tendencia de diseño se extendió por todo el mundo, aunque sin los requisitos excepcionales de supervivencia.

En España podemos encontrar magníficos ejemplos. La central del Barrio de la Concepción en Madrid (1968) fue proyectada por Julio Cano Lasso como una recreación de un castillo medieval. Apenas hay huecos en sus muros de ladrillo y los conductos de la climatización se disimulan bajo unos cubos de muralla.

centrales fortalezaNo muy lejos de allí, la central de Pavones (1976) de Damián Galmés reproduce de forma mucho más literal el modelo americano que el arquitecto conoció durante su estancia en aquel país.

centrales fortalezaPero quizá la central fortaleza más célebre por la polémica que generó fue “Mondial House”, construida entre 1975 y 1978 en pleno corazón de Londres, a orillas del Támesis. Fue un proyecto del estudio Hubbard, Ford & Partners que fundía dos tendencias entonces de moda, el pop y el brutalismo, con los requisitos de supervivencia en caso de conflicto nuclear, ya que era la instalación más importante del Reino Unido. Rechazada por el público, esta desdichada fortaleza fue incluso objeto de crítica por el Príncipe de Gales, que en un programa de televisión la calificó como “espantosa” y la comparó con un procesador de textos de la época, en lo cual no le faltaba razón.

Fue demolida en 2006 y sustituida por un centro comercial. En la memoria que autorizaba su derribo se calificó como una obra “audaz pero nunca querida”.

centrales fortalezaImágenes: Kristjan /Autor

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