IBM ha logrado imitar el comportamiento de las neuronas biológicas, con un consumo energético bajo y densidad escalable.
Reproducir el funcionamiento de un cerebro humano en uno artificial es y ha sido durante años uno de los grandes retos de la ciencia. Pese a todos los avances, el cerebro sigue siendo un gran desconocido en muchos aspectos, por lo que cada paso es fundamental. IBM ha anunciado que ha creado neuronas artificiales con tecnología de cambio de fase que simulan con total fidelidad el funcionamiento de las humanas.
La tecnología de cambio de fase implica almacenar datos de manera no volátil, por lo que no desaparecen al apagar el dispositivo gracias a su estructura y al patrón relacional. Generalizando, así es como también funciona el cerebro. La información permanece en los patrones de disparo de las neuronas y en nuevas conexiones que se van generando.
El hito de IBM se basa en que ha sido capaz de emular todo esto con un consumo energético moderado, con materiales comunes y con un comportamiento estocástico. Esto último implica que las neuronas sean capaces de dispararse con resultados relativamente aleatorios, ya que en el cuerpo humano cada neurona es única y se desarrolla de maneras muy distintas.
Las neuronas artificiales se unen, en lugar de una membrana con enzimas, mediante células GST compuestas de antimonio, germanio y telurio, que es un material que suele actuar de componenete activo en discos ópticos regrabables. Para conseguir una gran densidad, las neuronas pueden reducirse hasta unos pocos nanómetros, y es que sin llegar a conseguir una gran cantidad de ellas, la simulación tiene poco sentido.
La primera prueba consiste en una simulación con un funcionamiento de 500 neuronas dispuestan en una hilera de cinco chips compuestas por 100 neuronas. La buena noticia es que si se desean incluir más en el futuro es posible, dado que el sistema es escalable.
Sobre posibles aplicaciones en el futuro no hay demasiadas dudas. Las redes neuronales y la inteligencia artificial que se están tratando de potenciar ahora son las grandes beneficiadas. Un robot potenciado por un cerebro artificial totalmente humano en planteamientos lograría que la singularidad tecnológica fuese realidad antes de lo esperado.