Lomografía: el encanto de lo analógico en la era digital

La lomografía es un todo un fenómeno cultural en torno al uso de las cámaras analógicas LOMO, que cuenta con reglas propias y una Sociedad Lomográfica con adeptos en todo el mundo.

La lomografía está considerada como una disciplina fotográfica de culto muy extendida a nivel mundial, que ha ido creciendo de forma exponencial en los últimos años. Pero como en todo hay detractores y entusiastas de esta singular corriente fotográfica. Para algunos la lomografía es algo más que hacer fotos, es todo un estilo de vida con dimensiones culturales y sociales que incluso tiene reglas propias y una sociedad en torno a este movimiento.

A pesar de que la tecnología digital ha sabido reinterpretar el particular efecto lomo mediante el uso de filtros que imitan con todo lujo de detalles su particular acabado fotográfico, muchos de sus seguidores siguen apostando por el encanto de las cámaras analógicas originales.

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LOMO es una cámara compacta de fabricación soviética que se comercializó de forma masiva en los 80, convirtiéndose treinta años después en toda una tendencia. El primer modelo que salió al mercado fue la LOMO LC-A, una cámara de alta sensibilidad, cuya lente tiene la capacidad de captar los colores y el movimiento sin el uso del flash, produciendo un singular efecto de saturación del color que se intensifica en la parte central de la fotografía. Pero el efecto más característico de la LOMO es el viñeteado de las esquinas de la fotografía, un oscurecimiento derivado de la ausencia de visor para calcular y controlar el enfoque durante el disparo. Aunque estas características, per se, no son negativas, muchos detractores de esta tendencia sólo ven en estos defectos técnicos el simple resultado de una cámara de baja calidad.

En cambio, para otros es todo un mundo creativo al alcance de cualquiera con un simple clic. Al menos esto es lo que debieron pensar los jóvenes estudiantes vieneses, Matthias Fiegl y Wolfgang Stranzinger, cuando compraron de forma casual una de estas cámaras en una visita por Checoslovaquia. Tras descubrir el potencial artístico y creativo de la LOMO, decidieron lanzarse en 1991 a la comercialización del modelo LC-A de estas cámaras compactas analógicas, bajo el gancho comercial de un nuevo fenómeno fotográfico al que decidieron acuñar como lomografía. Un fenómeno artístico y social que ellos mismos definen como “una nueva forma de fotografía: el divertido disparo desde la cadera, la aventura de la instantánea improvisada y casual, la excitación de la experimentación fotográfica continua y cotidiana en el mayor número de situaciones imposibles, con resultados fotográficos imposibles”.

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La pasión por las bondades creativas de estas cámaras llevó a Fiegl y Stranzinguer a fundar la Sociedad Lomográfica y establecer un tratado donde se recogen las 10 reglas de oro para captar la esencia del lomolifestyle, resumido en la expresión “¡No pienses, dispara!”. En la actualidad, esta sociedad cuenta con miles de adeptos en todo el mundo que intercambian experiencias, tutoriales y opiniones. De hecho, el miembro de la Sociedad Lomográfica, Gerald Matt, presentó en el WorldLomoWall de Londres, celebrado en 2008, todo un tratado con 95 puntos que definen el lomolifestyle y que ha supuesto todo un referente para el fenómeno hipster que vivimos actualmente.

Las primeras compactas LC-A se comercializaron en 1984 con la fabricación de 1100 unidades mensuales dentro del mercado ruso, pero su popularidad pronto se extendió hasta los países comunistas de la época, como Checoslovaquia, Polonia y Cuba. Desde las primeras compactas LC-A, los modelos han ido evolucionando con diseños atractivos y complementos a la vanguardia, que intensifican los efectos artísticos originados en el error, el resultado aleatorio e inesperado, el diseño estético del aparato y todo lo que rodea al concepto lomolifestyle.

KONSTRUKTOR

Este año, la Lomo LC-A celebra su 29 aniversario y para celebrarlo la plataforma Lomography presenta la primera cámara 35 mm SLR DIY –Do It Yourself– del mundo. Se trata de Konstruktor, una cámara analógica pensada para ser montada por el propio usuario. La finalidad de esta singular cámara es aprender cómo funciona el mecanismo de la fotografía analógica y ofrecer al usuario la posibilidad de construir y customizar su cámara con un diseño personal. El kit de montaje de Konstruktor incluye la carcasa base de la cámara, un visor, un sencillo sistema de función de exposición múltiple, ajuste Bulb para exposiciones largas y lente desmontable 50mm f/10. Un concepto de cámara al hilo de las primeras LOMO, pero que en un futuro prevé incorporar nuevas funcionalidades como las lentes intercambiables. Un gadget más para los amantes del do it yourself y del omolifestyle.

Imágenes | vía lomography

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