Termina el año y con sus últimos compases, llega el repaso de Think Big a los cinco mejores avances de la ciencia en 2016.
Con los compases finales del año, llega el momento de echar la vista atrás para recordar las noticias más destacadas de los últimos meses. Tal y como hicimos en 2015, en Think Big queremos repasar los avances más importantes de la ciencia en 2016. Un año muy importante para la investigación, con grandes descubrimientos e hitos en campos como la exploración espacial, la medicina, la astronomía y el medio ambiente.
El gran avance científico que nos deja este año es, sin duda, la detección de ondas gravitacionales por parte del instrumento Advanced LIGO. El observatorio logró «escuchar» dos señales procedentes de sendas colisiones de agujeros negros, que ocurrieron hace millones de años. Gracias a este resultado, los investigadores consiguieron confirmar una predicción realizada por Albert Einstein hace más de un siglo.
Durante 2016, la exploración espacial también ha dado pasos importantes. La Agencia Espacial Europea y el Roscosmos ruso, por ejemplo, lanzaron la misión ExoMars 2016. Su objetivo principal era determinar el origen del metano detectado en el planeta rojo. Este compuesto químico puede proceder bien de actividad biológica presente o pasada en este mundo vecino, bien de determinados procesos geológicos.
El instrumento Trace Gas Orbiter, que se situó en la órbita de Marte el pasado octubre, es la sonda encargada de realizar estas mediciones. La ESA y el Roscomos ruso, sin embargo, fracasaron en su intento de aterrizar el módulo Schiaparelli en la superficie marciana. Aun así, la misión continuará hasta 2020, cuando está previsto que Europa y Rusia logren depositar un robot en el planeta rojo. Además, la NASA logró que su sonda Juno llegase a Júpiter después de recorrer millones de kilómetros. Allí estudiará su interior y la atmósfera de este planeta gaseoso, entre otros aspectos.
El año que termina no solo nos ha servido para conocer un poco los mundos del sistema solar. La investigación consiguió observar Proxima b, el exoplaneta que orbita a la estrella Proxima Centauri. Se trata del mundo potencialmente habitable más cercano a la Tierra fuera del sistema solar, según determinó un equipo liderado por el español Guillem Anglada-Escudé, seleccionado como uno de los diez mejores científicos del año por la revista Nature.
Además de la investigación relacionada con la astronomía y la exploración espacial, los especialistas en biomedicina han logrado importantes avances gracias al sistema CRISPR-Cas9. Por un lado, las «tijeras moleculares» para editar el genoma demostraron durante 2016 su potencial para curar enfermedades como la retinosis pigmentaria, de acuerdo con un trabajo realizado en modelos animales. Por otro lado, China y Estados Unidos ya han comenzado los primeros ensayos en humanos, para así determinar si la edición genómica sirve como terapia en patologías tan frecuentes y dramáticas como el cáncer.
El último gran hito del año que finaliza es, sin duda, el avance en la lucha contra el calentamiento global. El Acuerdo de París suscrito en diciembre de 2015 ya ha entrado en vigor gracias a la ratificación del acuerdo por más del 55% de los países que representen también un 55% de las emisiones de todo el mundo.
La investigación trabaja para paliar los efectos del cambio climático, con el fin de reducir las emisiones contaminantes, apostar por las energías renovables y frenar problemas como el deshielo de los casquetes polares. La aceptación del acuerdo es una gran noticia, sin duda, para el conjunto del planeta. Que su entrada en vigor sea el punto y seguido de una batalla que será dura e intensa.
Imágenes | NASA Blueshift, Rlevente (Wikimedia)
