Los emprendedores digitales toman el testigo de la renovación en la forma de educar

El modelo educativo actual está desfasado para la era digital. Las tecnologías se introducen en el aula de la mano de innovadoras startups y emprendedores, que contemplan tanto las necesidades de los alumnos como las de los profesores. Es la clave para el cambio

El modelo educativo actual está desfasado para la era digital en la que se requiere de una educación flexible que potencie las nuevas competencias y dote de las herramientas necesarias para desenvolverse en una época de cambios vertiginosos. Así se plasma en el libro electrónico El nuevo paradigma de la educación digital del blog ‘A un clic de las TIC’. Y es que aunque la tecnología se ha introducido en las aulas, la escuela se ha digitalizado de una manera irregular: muchas veces considerando que digitalizar es el mero hecho de pasar un libro de papel a PDF o de mostrar los contenidos en la pizarra digital.

Pero la tecnología tiene un papel relevante como soporte a la adquisición de conocimiento, siempre y cuando forme parte de un proceso de enseñanza-aprendizaje. Aunque el equipamiento tecnológico en las aulas españolas supera al de muchos otros países europeos –según estudios recientes de la Unión Europeael índice de uso es muy inferior a la media del Viejo Continente. Equipamiento insuficiente o conexión a Internet lenta son algunas de las causas pero también, y quizás la más importante, es que los profesores no poseen habilidades tecnológicas ni soporte pedagógico suficiente para incluir la tecnología en sus clases.

También se produce cierta frustración con la tecnología ya que las pizarras, portátiles o tabletas son únicamente herramientas que los profesores deben llenar de contenido. A veces se da una oposición del uso de la tecnología tanto por parte de padres como educadores ya que no tienen claro cuáles pueden ser sus beneficios. «A los estudiantes se les introduce un nuevo dispositivo o programa, se les enseña a utilizarlo pero no se les da una dimensión global de los beneficios reales del mismo”, comenta Teresa Cristóbal, directora general y cofundadora de Educomunitats, una solución que conecta la oferta y la demanda de conocimiento entre los estudiantes de una comunidad educativa.

Para los nativos digitales la tecnología forma parte de su día a día, por eso es fundamental adaptar el contenido educativo a la realidad de las nuevas generaciones. «Actualmente el 100% de los alumnos desde secundaria hasta primaria han nacido en una sociedad con acceso a Internet y teléfonos móviles (por citar dos de las revoluciones tecnológicas más importantes de las últimas décadas) mientras que nuestro modelo educativo tiene una fuerte herencia que ignora la infraestructura tecnológica disponible actualmente«, puntualiza Pablo Llinás, director de desarrollo de ClipIt, una plataforma orientada a la creación y compartición de vídeos por parte de los alumnos.

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El profesor cede el protagonismo al alumno

Sin embargo la tecnología por sí sola no es la solución, ha de venir acompañada de un cambio pedagógico. «Se ha de cambiar la metodología tradicional del proceso de enseñanza-aprendizaje en la que el docente es el centro de todo por otra en la que el protagonismo pasa a ser del alumno. La figura del docente sigue siendo vital, pero en lugar de ser el centro, pasa a ser un guía en el proceso”, señala Javier Palazón, director del portal Educación 3.0. Por tanto, se hace patente la importancia de una formación de los docentes para aprovechar al máximo las posibilidades de la tecnología en el aula.»Se están generando nuevas oportunidades basadas en un aprendizaje más participativo en que el profesor deja de ser un mero transmisor de conocimiento y pasa a ser a un facilitador que guía a los alumnos durante todo el proceso de aprendizaje”, comenta Maite Fibla, cofundadora de Ship2B, fundación que impulsa el emprendimiento social y la inversión de impacto.

Estas oportunidades están siendo aprovechadas por emprendedores, convirtiéndose de esta manera en otros actores capaces de impulsar el cambio. “Las nuevas empresas innovadoras en el ámbito de la educación digital, en la mayoría de casos están impulsadas por emprendedores ‘outsiders’, que no pertenecen al sector educativo, y por tanto, pueden aportar soluciones tecnológicas mucho más innovadoras con una visión más fresca y menos condicionada«, señala Fibla, quien apunta que, al mismo tiempo, el hecho de no conocer en profundidad el sector y los retos educativos puede comportar que la solución propuesta sea difícil de implementar. «Por este motivo, desde Ship2B siempre buscamos la conexión entre las startups y los profesionales del sector, puesto que son estos últimos los que permitirán y ayudaran a las startups a diseñar soluciones reales y con alto potencial».

Emprendedores y startups, muchas veces con inquietudes de origen personal, están centrando sus desarrollos en facilitar a los educadores la tarea de incorporar la tecnología a sus clases. También para paliar el que la falta de formación en tecnologías sea uno de los problemas que surgen al introducirlas en el aula. Por eso gran parte de estos emprendimientos contemplan también las necesidades del profesor, no solo las de alumno. Así ClipIt permite a los estudiantes –guiados por un proceso diseñado por el docente– crear material audiovisual que pueden compartir, a la vez que visionar y comentar los de otros compañeros. Pero además de instalar su plataforma en los centros educativos, ClipIt forma a los docentes para que puedan sacarle el máximo provecho, diseñando actividades basadas en aprendizaje activo y colaborativo. “La intención es conseguir que los alumnos se impliquen en su aprendizaje creando sus propios contenidos de manera que el profesor se convierta en acompañante, no en el único transmisor de la información”, explica Pablo Llinás, que busca complementar el proceso de aprendizaje actual con actividades educativas centradas en aquellos conceptos que son clave en la compresión del tema o son difíciles de asimilar con una clase expositiva. «El alumno toma un rol activo y se sumerge en proceso educativo donde se potencia el aprendizaje reflexivo tanto cómo creador de contenidos cómo crítico de los mismos».

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Foco en los contenidos y en la atención a la diversidad

Facilitar a los docentes el uso de la tecnología pasa, entre otras cosas, por proveerles de contenidos. En este sentido también destaca Btripple, fundada por cuatro ingenieros que trabajan en el ámbito educativo, que han creado Ninus, una plataforma orientada a niños por debajo de 6 años que proyecta contenidos audiovisuales interactivos sobre el suelo. Así los niños son protagonistas del contenido entrando en la proyección e interaccionando con él mediante movimientos, gestos y voz. En ella el profesor puede optar por contenidos ya preparados o adaptarlos a las necesidades de su clase, incluso crearlos desde cero a través de Scratch. «Ninus es una plataforma adecuada para todo tipo de profesores y escuelas, desde los más motivados que prefieren preparar sus propios contenidos, hasta los que se les da menos bien la creación de contenido tecnológico (o menos tiempo disponible tienen para desarrollarlo). Además el contenido desarrollado por los profesores puede ser compartido online con otros profesores mediante una plataforma web”, cuenta Carles Vilella, director de Btripple.

Un caso parecido es el de MyABCkit, una plataforma formada por sencillos ejercicios de lectoescriptura dirigidos a que los niños de infantil y primaria aprendan de forma divertida, a su ritmo y con contenidos que les interesen. Cada maestro puede personalizar los ejercicios, definiendo cuál va a ser el contenido que aparecerá en ellos (imágenes, sonido, voz, palabras y frases) y el nivel de dificultad. “Los educadores también pueden acceder a las estadísticas de desempeño de los niños, con lo que tendrán una visión general del ritmo de aprendizaje de cada uno, dónde tiene más dificultades y cómo le puede facilitar los ejercicios que, jugando, le permitan aprender a su propio ritmo”, destaca Karina Ibarra, directora general y responsable de diseño de ABCKit y Arquinauta. Esta es una de las ventajas que ofrece la educación digital: la personalización que permite la tecnología, con soluciones que se adaptan al ritmo individual de cada alumno impulsando su autonomía, respetando la velocidad de desarrollo de los alumnos e identificando las fortalezas y los intereses y necesidades de cada uno.

A partir de una observación sistemática y análisis de diversos contextos de aula ordinaria desde los 0 años (guarderías) surge Amiritmokids, una herramienta orientada al docente que le permita por un lado atender a la diversidad de su aula y por otro poder registrar todo aquello que sucede, tanto aspectos de convivencia, cognitivos y de salud. «Se hace evidente la necesidad de atender a la diversidad y búsqueda de talento, dentro del aula ordinaria, haciendo referencia a la diversidad por arriba (altas capacidades) y por debajo (necesidades educativas especiales», indica Xavier Pallarés, director general de Amiritmokids. Además de recoger información de todo lo que ocurre en el aula ordinaria, se pretende establecer modelos replicables y ayudar a los docentes en sus labores.

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¿Fin de la estandarización?

Tenemos un sistema educativo basado en la estandarización, que trata a todos los niños por igual y los convierte en elementos pasivos de su propia educación. Además, la educación tradicional ha estado siempre orientada a unas habilidades muy concretas del individuo, como son la lecto-escritura y las matemáticas. Debemos entender que existen muchos otros campos en los que los niños pueden desarrollar sus talentos, y la tecnología lo hace todavía más sencillo”, comenta Alba Escobar, responsable del área de Comunicación y Marketing de Chromville, una aplicación que presenta una serie de láminas coloreables que activan, a través del uso del smartphone o tablet, una experiencia 3D con la que el niño puede interactuar. «Es necesario que los centros educativos sean conscientes de sus necesidades e intenten contrarrestarlas con las herramientas que tengan a su alcance».

Una clara ventaja de la introducción de la tecnología en las aulas es que hay soluciones que se adaptan al ritmo individual de cada alumno impulsando su autonomía. «Es imprescindible respetar la velocidad de desarrollo de los alumnos e identificar las fortalezas y los intereses y necesidades de cada uno», comenta la cofundadora de Educomunitats.

Por tanto se perfila un cambio en la forma de educar, que reconozca que cada individuo tiene necesidades únicas. Con una educación digital se le otorgan herramientas al niño para que él mismo sea quien pueda construir su futuro laboral. «Todos los niños deben tener acceso a una experiencia de aprendizaje excepcional y única. Una educación personalizada que les permita alcanzar su máximo potencial, para de esta forma, definir -en sus propios términos- lo que es el éxito para ellos, y por supuesto, ser feliz con esto”, remarca Karina Ibarra, de ABCkit.

Adaptar la educación al mundo actual se ha convertido en una necesidad y existen diferentes formas para introducir las nuevas tecnologías en el aula de manera sencilla y útil para que los niños las asimilen de forma natural. Uno de los términos de los que se habla mucho actualmente es la gamificación o “aprender jugando”, y no solo en edades tempranas. Y muchas iniciativas emprendedoras van es esta dirección porque «aplicar dinámicas de juego a la educación capta la atención del niño, incentiva su motivación y le permite aprender mediante la experiencia. Esto es solo el principio”, remarca Alba Escobar.

Otras startups como Btripple usan la gamificación para llegar a los alumnos: el juego es la principal forma de aprendizaje de los niños. «En Ninus transformamos objetivos curriculares en retos y juegos divertidos para que los niños quieran jugarlos muchas veces y así aprender más», indica Vilella.

Para muchos emprendedores, aprender mediante juegos sencillos es la manera más fácil de adquirir nuevos conocimientos por lo que consideran a las nuevas tecnologías las aliadas perfectas de educadores y padres. Monkimun se centra en la enseñanza de idiomas para edades tempranas (de 2 a 6 años) creando apps educativas que unifican el aprendizaje de idiomas y la diversión en una única experiencia. Cuentan con la plataforma de aprendizaje adaptativo Lingokids, que permite que el niño aprenda a su ritmo, adaptándose a sus logros y subiendo de nivel de manera progresiva. «Esta plataforma es mucho más que una app: es un conjunto de servicios. Lingokids envía periódicamente mails a las mamás y a los papás con informes de progreso de sus hijos y material adicional para que puedan reforzar lo aprendido mediante diversos vídeos, libros y canciones», comenta Marieta Viedma, cofundadora de Monkimun.

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Pero, ¿qué tecnologías?

La tecnología es un recurso más puesto a disposición del profesorado que será el que decida qué tecnología emplear y en qué momento. Para la cofundadora de Educomunitats, las tecnologías que deberían estar en el aula han de ser aquellas que favorezcan la transferencia de conocimiento y la colaboración entre estudiantes estará ayudando a generar un cambio de mentalidad. Incluso algunas tecnologías más propias de las grandes corporaciones o la Administración Pública podrían tener cabida en las clases. “El uso del Big data podría servir para mejorar los procesos de aprendizaje, crear itinerarios educativos personalizados a los diferentes ritmos de aprendizaje y mejorar la gestión interna y económica de los centros. También hay oportunidades para proyectos que utilicen las nuevas tecnologías para facilitar el proceso de transformación de los centros hacia metodologías de aprendizaje más participativas, aprendizaje basado en proyectos o la gestión de la diversidad en el aula” explica Maite Fibla, de Ship2B.

Un ejemplo de esta tendencia es Amiritmokids, que tiene la vocación de generar modelos para ayudar a los docentes y al resto de la comunidad educativa. «La información recogida (Big Data) no sólo se queda en el centro sino que se analiza y comparte con diferentes instituciones para generar estos modelos», comenta Román Rodríguez, director desarrollo de negocio de Amiritmokids. Y es que la tecnología facilita que los profesores sean más conscientes de las necesidades educativas de los niños. Como sucede con Educomunitats, que aunque se trata de una plataforma que se orientada a que los alumnos encuentren sin perder tiempo el conocimiento que necesitan, también es una útil herramienta para los centros y educadores que podrán llevar el control de actividad y ver el mapa de necesidades que sus estudiantes no pueden resolver entre ellos. «De esta manera les estaremos ayudando a optimizar sus recursos para atender de manera mucho más efectiva los intereses de sus estudiantes y adaptar su oferta de servicios educativos”, asegura Teresa Cristóbal, de Educomunitats que tiene por objetivo reducir el tiempo que los estudiantes emplean en su proceso de búsqueda de fuentes fiables de aprendizaje. «Así se puede aumentar la confianza y autoestima de los estudiantes ayudándoles a identificar sus talentos para que los compartan con otros y sean reconocidos y recompensados por ello. Por su parte, los colegios están impulsando proyectos de aprendizaje colaborativo y el aprendizaje entre iguales, pero a menudo la falta de soluciones para gestionarlos, limita mucho su alcance».

Sin embargo, a pesar de todas las posibilidades que ofrece, la tecnología no deja de ser un acompañante en el camino hacia esa renovación pedagógica que tanto necesita la educación del siglo XXI, y los dispositivos electrónicos como tabletas o portátiles son una ayuda en ese cambio. «Una mayor presencia de temáticas como robótica o programación es imprescindible para adaptar el currículo a las necesidades de la sociedad actual. Además, está demostrado que ayudan a motivar a los alumnos ya que se sienten más cercano a este tipo de temáticas. No olvidemos que el alumnado actual es en su inmensa mayoría nativo digital”, incide el director del portal Educación 3.0.

Las nuevas propuestas educativas se basan en fomentar la implicación de los alumnos y los profesores en el aprendizaje, contando con la tecnología como aliada. Para la cofundadora de Monkimun, “la educación digital fomenta todas las capacidades cognitivas al igual que la tradicional. La gran diferencia es que la educación se muestra más atractiva por medio de un dispositivo audiovisual y esto hace que mejore la adquisición de conocimientos, la atención, la motivación y la autonomía de los alumnos”.

Además de favorecer y facilitar el aprendizaje y adquisición de conocimientos, la tecnología, destaca Pablo Llinás, jefe de desarrollo de ClipIt, «apoya la adquisición de diversas capacidades como el trabajo en grupo, pensamiento crítico, resolución de conflictos, capacidad de expresión oral o escrita, búsqueda de información y síntesis de la misma, o capacidad de liderazgo entre otras. Estas competencias cada vez están más demandadas en los puestos laborales de nuestra sociedad”.

La educación digital también les permite compartir sus conocimientos y existen muchas herramientas interesantes como Minecraft, DIY y Scratch que hacen posible que los niños vean un mundo colaborativo, donde sólo con otras personas son capaces de formar y construir mejores realidades. La tecnología en las aulas es un canal flexible y actualizado que permite a los docentes adaptar el contenido educativo a la realidad de las nuevas generaciones. «Si un niño en su casa vive entre pantallas, ¿cómo vamos a esperar que en el colegio se sienta atraído por el libro de texto tradicional?», comenta la responsable del área de Comunicación y Marketing de Chromville.

La irrupción de las tecnologías en el sector educativo sólo está empezando, hay mucho camino por recorrer y muchas oportunidades para las nuevas startups y emprendedores digitales. Pero, ¿es fácil encontrar inversores? Partiendo de la base de que nunca es fácil encontrar inversores sobre todo en las primeras etapas de las startups donde todavía se está validando el producto y el mercado, «en el caso concreto de la inversión en proyectos educativos de base tecnológica se ha observado una eclosión en países anglosajones donde la inversión y los fondos especializados en este tipo de startups está en crecimiento. Aquí en España justo empieza ahora», anima Maite Fibla, cofundadora de Ship2B.

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