Todos los avances tecnológicos suelen verse con escepticismo hasta que, poco a poco, se van normalizando. La era de los Asistentes Virtuales ha llegado al entorno familiar. Pasó con la radio, con la televisión, el ordenador y ahora también con la Inteligencia Artificial.
Por otro lado, y teniendo en cuenta este momento de transformación digital, encontramos generaciones que han nacido y que están creciendo con sistemas basados en Inteligencia Artificial (IA) en casa. Verlos interactuar con ellos y asimilarlos como un elemento más, propio del ecosistema del hogar, resulta tan divertido como interesante.
De hecho, gracias a ellos, podemos aprender infinidad de cosas. Aunque la más importante, y la que debemos tener siempre en cuenta, es que los niños aprenden por imitación y son los padres los que más influyen en ellos. Por tanto, son los padres los que deben enseñarles cómo deben afrontar la tecnología.
Los niños ponen a prueba a los Asistentes Virtuales
A los más pequeños les divierte muchísimo interactuar con este tipo de asistentes. Independientemente de las acciones que puedan realizar (como jugar a Preguntas y Respuestas, en el caso de Movistar Home), les encanta ir un paso más allá y ponerlos a prueba. Los enfrentan a operaciones matemáticas muy complejas, les piden que les canten una canción, les preguntan cómo están (así como otros asuntos “personales”) o les piden que reproduzcan dibujos animados en YouTube.
Otra de las pruebas a la que deben enfrentarse los AV es la comprensión. Aspectos como ceceos, seseos o la dificultad de pronunciar ciertas palabras, hace de este intercambio de información algo realmente difícil en algunas ocasiones. Para evitar este tipo de errores, la unidad de CDO de Telefónica decidió que fuesen los propios niños los que entrenasen a Aura, la IA con capacidades cognitivas de Telefónica. Sin duda, es uno de los retos más importantes en los que hay que trabajar constantemente, para facilitar la comprensión y obtener respuestas de forma más rápida y simple.
Los miedos más comunes a la hora de usar los AV
Los padres, por su lado, dudan respecto a distintos frentes que plantea el uso de este tipo de asistentes. En primer lugar, algunos han manifestado que les preocupaba que la comunicación con ellos pueda alterar las habilidades sociales que tienen sus hijos con su entorno. Destacaban que, al hablarles de forma más directa, al no necesitar pedir las cosas “por favor” y olvidarse de decir “gracias”, podría provocar un desajuste en la forma de relacionarse con otros niños y adultos.
Quizá en este punto es todavía más importante educar desde casa para que los AV, por mucho que puedan ocupar un lugar privilegiado en casa, no se conviertan en un “miembro de la familia”; si no que tan solo sean una herramienta para facilitarles el día a día.
Otra de las preocupaciones más recurrentes es que los AV puedan recabar información sobre los más pequeños escuchando conversaciones sin su permiso. Respecto a este hecho, Telefónica ha sido una de las primeras compañías en el mundo en contar con unos Principios Éticos en Inteligencia Artificial. De hecho, Aura, en el dispositivo Movistar Home, tiene un “wake up world”, OK Aura, que funciona como alarma para despertar la IA. Esto quiere decir que, hasta que no detecte esta clave, no procesará la información que pueda escuchar.
De momento, habrá que esperar para ver cómo evoluciona esta relación niños-máquinas. Lo que sí es seguro es que nos deparará muchas interacciones ingeniosas y sorprendentes.