Telescopio Hubble

Los otros James Webb del espacio: cómo conectar con el Universo

El telescopio espacial James Webb, lanzado con éxito el 25 de diciembre de 2021 por la NASA, la ESA (Agencia Espacial Europea) y la CSA (Agencia Espacial Canadiense), se encuentra orbitando el punto Lagrange L2, zona ubicada a 1,5 millones de kilómetros de la tierra, desde el pasado mes de enero. Desde entonces, este observador de 10.000 millones de dólares ha estado desplegando con éxito sus múltiples componentes y alineando sus 18 espejos para que en los próximos meses pueda recopilar los primeros datos de otras galaxias lejanas, y pese a que su proceso de puesta en marcha todavía no está completado al 100 %, ya nos ha dejado ver alguna que otra imagen de las estrellas y pronto sustituirá a uno de los instrumentos más útiles de la NASA: el telescopio Hubble. 

El James Webb, sin embargo, no es el único telescopio que la NASA tiene o ha puesto en órbita. Sí es el más potente. Y el más caro. Y el más avanzado de la historia. Pero no está solo. Hay una serie de observadores espaciales que desde hace décadas nos han ayudado a conectar con el espacio y a descubrir las zonas más remotas del universo. 

En concreto, son cuatro los grandes observadores que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) ha puesto en funcionamiento desde 1990. Dos de ellos son específicamente telescopios y solo uno, el Hubble, sigue activo actualmente. Al menos, hasta que el James Webb finalice el proceso de alineación de sus herramientas científicas.   

El telescopio Hubble tiene décadas de descubrimientos a sus espaldas

Telescopio Hubble

El Hubble, de hecho, es el segundo telescopio espacial más potente del universo. Justo por debajo del James Webb. Su misión comenzó en 1990 y hoy en día sigue funcionando y realizando operaciones científicas para descubrir datos desconocidos de nuestro universo.

Una de las características más interesantes del telescopio Hubble, que orbita a unos 593 kilómetros alrededor de la tierra, es que puede ser visitado por ingenieros de la NASA para su mantenimiento, como si de la Estación Espacial Internacional se tratase. Esto permite añadir nuevos elementos, cambiar aquellos que se han deteriorado o mantener instrumentos para alargar su vida útil. En total, se realizaron cinco viajes al Hubble para este tipo de tareas. El primero en 1993. El último, en 2009, en un viaje de 11 días que permitió instalar nuevos componentes y reparar otros dañados.  

El Hubble, al igual que el James Webb, también está diseñado para que sea capaz de recopilar información sobre el origen del universo. De hecho, utiliza un sistema reflector muy similar al del observador lanzado el pasado mes de diciembre, aunque menos potente, pues solo incluye un espejo primario con un diámetro de 2,4 m. 

El telescopio espacial ha realizado multitud de descubrimientos. Muchos de ellos todavía continúan investigándose, y algunos son realmente importantes para entender cómo funciona nuestro universo. E Hubble, por ejemplo, ha permitido conocer la edad del universo, estimada en 13.700 millones de años. También cómo se expande el mismo, concluyendo que lo hace de forma constante y cada vez de una manera más rápida. Otro de los descubrimientos más importantes de este observador espacial fue la existencia de agujeros negros supermasivos. Actualmente, también ha descubierto el comenta más grande hasta la fecha, así como la estrella más distante del universo, formada 900 millones de años después del Big Bang. 

Spitzer

El telescopio SST, también llamado telescopio espacial Spitzer es otro de los cuatro principales observadores espaciales de la NASA. Este se lanzó en 2003, mucho después de que el Telescopio Hubble comenzara a orbitar sobre la tierra, y estuvo en funcionamiento hasta el pasado 30 de enero de 2020, 16 años después. ¿Su cometido? Observar de cerca planetas y otras galaxias a través de la detección de radiación infrarroja.

Spitzer, pese a que su periodo de funcionamiento ha sido bastante corto respecto a otros telescopios espaciales, ha ayudado a descubrir detalles muy importantes sobre el universo. De hecho, Thomas Zurbuchen, quien fue Administrador Asociado de la Dirección de Misión Científica de la NASA, afirmó que algunos de estos descubrimientos tienen tal impacto en la ciencia, que su investigación se extendería “más allá del fin de su misión”. 

Uno de los mayores descubrimientos del Spitzer fue el anillo gigante compuesto de partículas de polvo y hielo ubicado a una distancia seis millones de kilómetros alrededor de Saturno. Es, actualmente, el anillo más grande del planeta. El telescopio espacial SST también ayudó a entender la formación de galaxias y descubrió un sistema de siete planetas de tamaño similar al de la Tierra. 

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