La inteligencia artificial entrará con fuerza en 2016, pero también con una serie de grandes retos ante sí.
Una de las tecnologías que están llamadas a evolucionar más deprisa en el futuro es la inteligencia artificial. Lleva con nosotros varias décadas, al principio de forma primitiva y cada vez más en forma de sistemas sofisticados capaces de tareas ímprobas e incluso de robots humanoides que imitan en algunos aspectos las cualidades de una persona. Esta quizá sea la forma más gráfica de ver los avances de la inteligencia artificial.
Pero los retos de la inteligencia artificial van más allá de la consecución de un robot humanoide listo y ágil. En TechRepublic han preguntado a tres expertos en el tema sobre qué podemos esperar del año 2016. Andrew Moore, Kathleen Richardson y Roman Yampolskiy han dado su visión sobre el futuro próximo de este campo.
El aprendizaje automático o deep learning es uno de los retos de la inteligencia artificial más claros. Los expertos prevén un crecimiento destacado en este campo, que atañe directamente a la capacidad de las máquinas para procesar nuevos estímulos y ser capaces de adaptarse a nuevas tareas. Cuanto más sofisticado sea este aspecto en los sistemas más facilidad tendrán para funcionar por su cuenta. No en vano cuando se habla de inteligencia en el ser humano se suele decir que es la capacidad de adaptarse al medio.
Internet de las cosas es otro de los grandes nombres del futuro para la inteligencia artificial. Crear una red de objetos conectados entre sí y con capacidades autónomas es algo que se puede hacer de forma básica, pero también es posible añadir mayor complejidad al sistema con el fin de aumentar su efectividad.
El reemplazo de trabajadores por parte de máquinas que empleen inteligencia artificial será otro de los retos para el próximo año. Y es que esta tendencia se está acentuando en las fábricas, como podemos ver en China, pero también para otro tipo de empleos.
La comprensión de las emociones por parte de los robots también es uno de los retos de la inteligencia artificial. Mediante cámaras y sensores podrán saber cuál es el estado emocional de una persona. Las cuestiones éticas tampoco se pueden dejar de lado, especialmente ahora que muchas máquinas autónomas se van a colar en la vida diaria de mucha gente, debido a la domótica o los coches autónomos entre otros avances.
Imágenes: Keoni Cabral y skeeze