La búsqueda de planetas similares a la Tierra contará con una nueva herramienta a partir de ahora, el Transiting Exoplanet Survey Satellite o TESS.
La NASA se ha decidido a dar un paso más allá en la búsqueda de planetas similares a la Tierra. De la mano de un Falcon 9 de SpaceX, el nuevo TESS se pone en órbita para escudriñar las profundidades espaciales. Sus siglas responden a Transiting Exoplanet Survey Satellite y ha costado 337 millones de dólares.
Tiene el tamaño de una lavadora, pero está destinado a encontrar planetas que puedan albergar vida extraterrestre. El satélite ataca la vieja pregunta de si estamos solos o no en el Universo. Es una nueva misión, que en dos años escaneará más de 200.000 de las estrellas más brillantes.
La idea es desentrañar si cerca de estas estrellas orbitan planetas con características parecidas a las de la Tierra. El TESS será capaz de verlo fijándose en la reducción de la luz procedente de estos astros.
Las esperanzas de la NASA puestas en TESS son altas. Sus expertos estiman que puede descubrir 20.000 exoplanetas (aquellos que se encuentran fuera del Sistema Solar). Entre ellos se incluirían 50 que tendrían un tamaño equivalente, aproximadamente, al de la Tierra. Pero es que también se podrían encontrar hasta 500 planetas con un tamaño menor que el doble de la Tierra.
Buscando una nueva Tierra
Ya se han descubierto planetas con muchas similitudes con el nuestro. La misión Kepler, predecesora del TESS, ha realizado un buen número de hallazgos relevantes en este sentido. Planetas como Kepler-438b y Kepler-442b, que se encuentran a 470 y 1.100 años luz, respectivamente, se han calificado como los más parecidos a la Tierra.
Y no son los únicos. Otras nomenclaturas difíciles de retener, como KOI-314 y Kepler-78b, muestran unas similitudes esperanzadoras con la Tierra. Lo cierto es que, entre todas las galaxias, estrellas y planetas, no parece descabellado pensar en vida extraterrestre. En un cálculo frío, estimaciones puras, investigadores del Space Telescope Science Institute elaboraron una predicción. Según su estudio, existe un 92% de posibilidades de que haya vida más allá de la Tierra.
Volviendo al TESS, la misión supone un salto de calidad respecto a Kepler, por ejemplo. Y es que, sus cámaras escanearán un área 350 veces más grande que la que peinó el anterior satélite.
Imágenes: NASA