El ritmo de fabricación y consumo de smartphones genera mucha contaminación. Ahora, los móviles reacondicionados y venta de segunda mano parecen destacar como un modelo sostenible en el sector. Esta actividad ha crecido en los últimos años.
Los smartphones se han convertido en elementos indispensables en nuestro día a día. Las herramientas y aplicaciones que contienen nos ayudan a planificar mejor nuestras tareas cotidianas, a disfrutar de nuestros momentos de ocio, y a relacionarnos con nuestro entorno.
Gracias a las continuas mejoras tecnológicas en la industria, las principales marcas sacan al mercado cada año nuevos modelos con características más evolucionadas. Esto favorece que muchos usuarios cambien de terminal rápidamente, desechando productos seminuevos que todavía cuentan con vida útil por delante.
También contribuye a ello la proliferación de campañas promocionales tipo Black Friday y la famosa obsolescencia programada, es decir, el acortamiento premeditado de la vida útil de los terminales programado por las compañías que los diseñan.
Los smartphones son herramientas con un gran potencial para mejorar el desarrollo sostenible de la sociedad. A pesar de ello, no hay que olvidar que su fabricación conlleva la contaminación del medio ambiente en un grado más alto del que podemos imaginar, pues va ligada a la obtención de minerales como aluminio, litio o tantalio (procedente del coltán) y a la utilización de componentes tóxicos para la naturaleza como plástico, plomo o mercurio.
Contaminación en la fabricación
Además, durante el proceso de fabricación y transporte de los suministros tiene lugar la emisión de dióxido de carbono y el gasto de recursos como agua y energía, algo que se ha visto agravado por la tendencia a aumentar cada vez más el tamaño de las pantallas de los terminales.
Ante esta situación, surge la siguiente pregunta: ¿es sostenible cambiar de móvil cada año?
Cuando salen al mercado nuevos modelos de smartphones, mucha gente desecha terminales en buen estado sin un proceso de reciclado adecuado. Lo mismo sucede con la aparición de problemas técnicos recuperables, relacionados con el estado de la pantalla, de algún conector o de la batería.
Sin embargo, no todo el mundo necesita el último modelo de smartphone para su día a día. Esto depende del tipo de uso al que vaya destinado. Por ejemplo, un teléfono sencillo será lo más adecuado para las personas que lo utilizan principalmente para hacer y recibir llamadas o que no consumen aplicaciones pesadas como juegos online.
Segunda mano como solución sostenibel
La compra de móviles de segunda mano es una buena solución para este tipo de consumidores, así como para aquellos que no pueden permitirse el desembolso económico que supone tener modelos nuevos de gama alta.
Esto ayuda a comprender por qué la compra de productos de segunda mano va en aumento, pues cada vez son más los usuarios que eligen vender sus móviles para poder asumir la inversión de uno más moderno. Además, la elevada inversión que supone la adquisición de estos dispositivos ayuda a que la reparación de los mismos resulte rentable.
El reacondicionamiento de los teléfonos es, por tanto, una gran opción para dar una segunda vida a los móviles y promover una producción sostenible.
El mercado de los smartphones está cambiando. El reacondicionamiento y la reparación de los móviles usados favorece la lucha contra la contaminación y la famosa obsolescencia programada de los productos tecnológicos. Combinar innovación con sostenibilidad es fundamental para seguir disfrutando de las ventajas que nos ofrecen la tecnología.