Esther Lucas, una historia de vocación hacia la tecnología

La escasa presencia de mujeres en el campo tecnológico fue un factor invisible en la decisión de Esther Lucas de estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones. Cuando en tercero de la ESO comenzó a conocer las diversas áreas de la tecnología sabía que su futuro profesional iría por ese camino. “Cuando das con la tecla de lo que te gusta tienes que seguir con ello”, asegura en una entrevista con Blog Think Big.

Para una niña que ha crecido con la idea de que el género no supone ninguna barrera gracias a la educación de su familia tomar este tipo de decisiones no resulta muy difícil. Ahora, Esther es una de las mujeres STEM de Telefónica y trabaja en Cybersecurity & Cloud en Telefónica Tech. A lo largo de este artículo profundizamos en su trayectoria profesional y visión del sector.

La importancia de creer en una misma

Cuando Esther decidió estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones su familia recibió la noticia de manera muy positiva. “Nunca me dijeron que era una carrera de chicos, siempre me apoyaron totalmente. Mi familia me ha educado con la idea de que todos somos iguales, entonces en esto no era la excepción”, afirma.

Al igual que Esther, muchas mujeres decidieron desarrollar su profesión en el campo tecnológico a pesar de que por aquel entonces encontrar referentes STEM era mucho más difícil que en la actualidad. Durante el primer año de universidad se sorprendió de que hubiera tantas chicas en su clase, pero cuando llegó el momento de dividirse por especialidades el número se fue reduciendo.

Minoría de mujeres en campos técnicos

¿Es un hecho generalizado la menor presencia femenina en las áreas más complejas de la tecnología? Los datos reflejan que sí: actualmente, en campos como la inteligencia artificial solo uno de cada cinco profesionales, es decir, un 22%, es una mujer, según la ONU. En el día a día, esto se traduce en una realidad. Muchos de los compañeros y compañeras de Esther que han estudiado Ingeniería Informática destacan la escasa presencia de mujeres en el grado.

Especializarse en áreas como el big data, el metaverso o el blockchain no es fácil para las mujeres. Muchas sufren el denominado síndrome del impostor, es decir, falta de confianza en sus capacidades para ocupar puestos técnicos. Si a ello se le añade las habituales dudas que surgen después de terminar la carrera, la situación se vuelve el doble de difícil. En el caso de Esther fue la casuística la que le llevó a trabajar en ciberseguridad. Se dio cuenta de que era lo que le gustaba y a lo que se quería dedicar en su día a día.

La ciberseguridad, un área de aprendizaje constante

Durante su etapa universitaria, Esther había estudiado alguna asignatura relacionada con ciberseguridad. Por aquel entonces, los smartphones estaban comenzando a dominar el mercado. Evitar los ciberataques era el mayor reto en un nuevo escenario del que quedaba todo por aprender para garantizar la seguridad de los usuarios.

En la actualidad, la acelerada digitalización como consecuencia de la pandemia ha generado un paradigma similar en el que se siente igual de cómoda. Lo que más le gusta de su trabajo es ver cómo va evolucionando la tecnología. Aprender, aprender y aprender. “Siempre salen cosas nuevas y desde el equipo de ingeniería hablas con fabricantes, con compañeros, con operaciones, con producto… estás como en el meollo de todo y es súper interesante”, explica entusiasmada.

Fuente: José Manuel Fernández Teja (Agencia Creativa de Telefónica)

La visibilidad de la mujer en ciberseguridad

Desde que comenzó su actividad profesional dentro del ámbito de la ciberseguridad, Esther destaca no haber tenido ningún desafío personal en materia de género. “En Telefónica no notas esa diferencia, en esta empresa todos somos iguales”. Más bien considera que el verdadero reto lo tienen los departamentos en seguir fomentando la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad. Al frente del área de Cybersecurity & Cloud de Telefónica Tech se encuentra María Jesús Almazor, consejera delegada. Pese a la mayor presencia masculina en este sector, las mujeres se están haciendo un hueco.

Un reflejo de ello es la creación de la asociación Women4Cyber, una iniciativa que nace con el objetivo de visibilizar el papel de la mujer en ciberseguridad en España, así como la diversidad de género en el sector. Se trata de la primera asociación de este ámbito que cuenta con el apoyo de la Organización Europea de Ciberseguridad (ECSO). Para Esther, este tipo de proyectos que muchas veces se desconocen son muy importantes para ver que hay mujeres que llevan muchos años trabajando en este campo. En Telefónica, Julia Perea, directora de seguridad digital, abrió camino a las demás.

La educación y la vocación para derribar muros

Los retos que nos presenta la tecnología en los próximos años requieren de la actuación de mujeres STEM para impulsar la innovación y el crecimiento en el sector tecnológico. La historia de Esther refleja la importancia de la educación y la vocación como pilares esenciales para derribar los estereotipos que rodean a las disciplinas tecnológicas y conseguir una mayor presencia femenina en estas áreas.

Desde su experiencia propia aconseja a todas las mujeres no tener miedo a las carreras tecnológicas y a especialidades como la ciberseguridad, un mundo que califica como muy emocionante. “Hay que fomentar que a las niñas les gusten las matemáticas, les guste cacharrear o les guste programar. No hay trabajo de chicas o de chicos, todos podemos hacer todo. Es la asignatura pendiente de la sociedad”, concluye.

Imagen de cabecera: José Manuel Fernández Teja (Agencia Creativa de Telefónica).

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