El futuro del transporte terrestre tiene que ver con el vehículo eléctrico, pero Nikola Motor demuestra un férreo empeño por los camiones de hidrógeno.
A falta de que se configure el escenario futuro del transporte terrestre, hay dos tecnologías llamadas a acumular protagonismo. Una es la más visible: el vehículo eléctrico como tal. La otra, cuya adopción avanza más despacio, es el hidrógeno. La segunda está íntimamente relacionada con la primera, pues el motor tiene los mismos fundamentos. El gas a presión sencillamente sirve como vector energético para almacenar la energía que después se convertirá en electricidad y hará circular el vehículo.
El exponente más claro del coche eléctrico hasta ahora ha sido Tesla. Y puede que el representante de los vehículos de hidrógeno lleve el nombre del mismo científico a quien homenajea la compañía de Elon Musk. La startup Nikola Motor explora con empeño los camiones que funcionan con hidrógeno.
La empresa está inmersa ahora en un proceso de despegue con la construcción de nuevas instalaciones en Arizona. Su catálogo incluye vehículos puramente eléctricos, pero lo que más destaca es su oferta de hidrógeno.
Los camiones de hidrógeno de Nikola Motor tienen unas altas especificaciones, equivalentes a las de un camión pesado. Su autonomía está entre los 500 y los 1.000 kilómetros y cuentan con hasta 1.000 caballos de potencia. Su repostaje, al ser de hidrógeno, solo tarda 15 minutos.
En algunas especificaciones, la compañía afirma que superan a los camiones de diésel. Pesan algo menos y aun así tienen mayor autonomía, más aceleración y más empuje en pendientes.
No son, por tanto, como otros camiones de hidrógeno que ya han empezado a circular como los de JD.com. La empresa china de comercio electrónico ha empezado a usar vehículos con esta tecnología parar sus repartos, pero más ligeros. Tampoco tiene que ver con los Tesla Semi, aunque Elon Musk ha asegurado que estos tendrán una autonomía de 800 kilómetros.
Una red de estaciones de hidrógeno para arropar a los camiones
Nikola Motor no se queda en la fabricación de los camiones de hidrógeno. Como también ha hecho Tesla, la compañía se ha impuesto la tarea de empujar la creación de una red de estaciones de hidrógeno para sus vehículos. Y quién mejor que ellos mismos.
La empresa tiene planes para crear 16 hidrogeneras en Estados Unidos hasta 2021. Pero para los siguientes años planea establecer cientos de ellas. El objetivo es que sus camiones puedan recorrer toda la geografía de este país sin preocuparse del combustible. No será el único lugar donde lo puedan hacer. En Japón se han propuesto llenar el territorio nacional de hidrogeneras. Serán 160 en 2020 y 720 para 2030.
Aunque lo que parece claro es que el empujón que necesita Nikola Motor para su red de hidrogeneras –y, por tanto, para sus camiones– deberá venir de los fabricantes de coches tradicionales y de las petroleras que gestionan las gasolineras.
Imágenes: Nikola Motor
