En el mundo digital todo nace, crece y desaparece a una velocidad apabullante. La nostalgia no solo es una consecuencia lógica; es una forma de vida. Conozcamos a quienes se resisten al nuevo software, y se inclinan por lo obsoleto; artistas que dibujan en Paint, ilustradores que trabajan en Excel, narraciones cinematográficas hechas con juegos de PC de 1991. El pasado inmediato llegó para quedarse.
La nostalgia es considerada por casi todos como una emoción, cuando realmente podría considerarse un acto reflejo. Apreciar en exceso lo añejo, aquello que supiste manejar con soltura antes de que llegaran nuevas costumbres o artefactos, es un acto involuntario de defensa. El individuo protegiendo su identidad frente al paso del tiempo.
El vinilo es quizás un representante heroico de la nostalgia. Desde 2004, las ventas de vinilos han subido con uniformidad. El revival del sonido de máquina de escribir en la laptop, o el de la Polaroid, es otra muestra del fenómeno. Las ventas anuales de Celine Dion o Rush, también lo son.
No es tan común encontrar este tipo de nostalgia con el software, sin embargo. Allí, lo nuevo y lo recién editado es casi una obligación, un signo de conexión con los tiempos, y de actualización constante.
Pese a ello, hay algunos notables ejemplos de artistas que convierten la añoranza en una de las dimensiones de su obra.
Uno de los ejemplos más públicos es el de Tatsuo Horiuchi, un jubilado japonés de 72 años, que hace más de una década comenzó a realizar dibujos increíblemente complicados en Excel.
Imagen tomada de ReadWrite
Jennifer Diane Reitz mantuvo durante años una tira cómica llamada UnicornJelly, hecha solo con Deluxe Paint, un software de dibujo de 1994 (Commodore Intl.), hecho para el modelo Amiga.
Es parte del movimiento de Pixel Art, hecho con imágenes de mapa de bits, aún presente en smartphones, calculadoras gráficas y juguetes retro. Susan Kare, diseñadora original de los iconos para Mac, es una de las pioneras del pixel art, en su flickr pueden apreciarse algunas de sus piezas.
Imagen tomada de Flickr
En los juegos de computadora también encontramos interesantísimas vertientes de esta nostalgia digital por lo inmediato. El movimiento de Machinima es una muestra fantástica. Aquí presentamos Diary of Camper, el primer video Machinima que comenzó la locura.
El machinimst o machinimator toma secuencias cinematográficas de videojuegos y arquitectura de software obsoleto, para crear piezas de ficción y de narrativa distintas. Es un ejercicio de habilidad al programar y editar, además de una demostración de arqueología digital en vivo.
El precedente fue la demoscene, en la grabación de secuencias en videojuegos y en el cambio de jugador a ‘performer’; donde no solo es importante el puntaje, sino también la pirueta y la vistosidad.
En el arte generativo, que usa computadoras y programas para producir arte, hay homenajes increíbles al software viejo, al pixel y al MS-Dos. Kent Sheely creó Cities in Flux, que distorsiona Grand Theft Auto en tiempo real, convirtiéndolo en un escenario surrealista.
Asimismo, Julian Oliver creó ioq3aPaint, que usa los movimientos de los jugadores en Quake III Arena, para crear ilustraciones.
Para cerrar dejamos Make Love Not Warcraft, una escena de un capítulo de South Park, en Machinima, vía alianza con Warcraft/Blizzard Entertainment.
http://youtu.be/CQTl2kN160g
Imagen destacada vía Fotolia.