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Científicos aficionados descubren un nuevo planeta

El telescopio Kepler de la NASA ha permitido a científicos aficionados descubrir un nuevo planeta con un tamaño, aproximadamente, dos veces el de la Tierra.

El nuevo planeta se conoce como K2-288Bb y podría ser rico en gas, como nuestro vecino Neptuno. Su tamaño es extraño, si se compara con el resto de exoplanetas descubiertos. Se conoce como exoplaneta o planeta extrasolar a los que se encuentran fuera de nuestro Sistema Solar.

Es un gran descubrimiento debido a cómo fue encontrado, su órbita y su tamaño; ya que los planetas de ese diámetro son poco comunes. Además, el planeta se encuentra dentro de la zona en la que el agua líquida es una posibilidad.

El K2-288Bb se sitúa a 226 años luz, en la constelación Taurus. El planeta pertenece a un sistema solar conocido como K2-288. Este sistema tiene una característica especial, ya que está formado por dos estrellas, separadas por 8,2 mil millones de kilómetros.

La estrella más brillante de este sistema es, más o menos, la mitad de grande que el Sol. El nuevo planeta orbita, sin embargo, la estrella más pequeña, aproximadamente un tercio del tamaño del Sol. K2-288Bb tiene la órbita más pequeña del sistema, con un total de 31.3 días.

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Feinstein y Makennah Bristow trabajaron para Joshua Schlieder, un astrónomo de la NASA, en 2017. Los científicos buscaban datos que evidenciaran el tránsito de planetas, las estrellas se atenúan cuando un planeta en órbita se mueve a través de la cara de la misma.

Después de analizar los datos, se encontraron dos posibles tránsitos en el sistema solar. Pero se requiere un tercer tránsito antes de confirmar el descubrimiento de un planeta, algo que no sucedió en ese momento. Los astrónomos no consiguieron confirmar el tercer tránsito porque no estaban examinando todos los datos.

Gracias a un reposicionamiento de Kepler, en mayo de ese mismo año, los astrónomos aficionados pudieron detectar el tercer tránsito que confirmó el descubrimiento del nuevo planeta a través del proyecto Exoplanet Explorers, donde se señaló que la colaboración de astrónomos voluntarios hizo posible el descubrimiento, ya que sus ojos detectaron lo que la NASA se había perdido.

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